La inclusión de las personas con discapacidad en los servicios de salud se posiciona como un tema de relevancia nacional tras el lanzamiento de la Guía de atención para personas con discapacidad en los centros de salud, un esfuerzo conjunto del Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN), el Proyecto LISS y el Círculo de Mujeres con Discapacidad (Cimudis).

Esta herramienta busca garantizar que los servicios de salud sean verdaderamente accesibles y respetuosos de los derechos de todas las personas, con énfasis en mujeres con discapacidad, quienes enfrentan mayores niveles de vulnerabilidad, según COIN.

Durante el evento de presentación, Vanessa Rosario, subdirectora del COIN, destacó que esta guía es una respuesta directa a la necesidad de un sistema de salud más inclusivo.

“Las personas con discapacidad enfrentan barreras constantes que limitan su acceso a servicios esenciales. Este documento no solo es una herramienta técnica, sino un compromiso hacia la equidad y la inclusión”, afirmó Rosario.

En la misma línea, Erika García, coordinadora del proyecto LISS, compartió que “la guía marca un hito en el país al reconocer que la discapacidad no solo está en la persona, sino en las barreras que el entorno impone. Es un cambio de paradigma hacia un modelo biopsicosocial”.

Estructuras adaptadas y accesibilidad universal

La guía incluye pautas específicas de accesibilidad universal, que abarcan desde la infraestructura hasta la capacitación del personal de salud. Entre las recomendaciones más destacadas se encuentran:

Las rampas deben tener una pendiente máxima del 8 %, con textura antideslizante y barandas adecuadas que ofrezcan seguridad al usuario. En su culminación, deben estar niveladas a “0” con el suelo, facilitando el acceso seguro y cómodo.

En cuanto a los estacionamientos, se recomienda la disponibilidad de al menos dos espacios reservados por centro de salud, con medidas de 3.50 x 5.00 metros. Estos espacios deben estar ubicados cerca de la entrada principal y debidamente señalizados.

Los pasillos deben contar con un ancho mínimo de 1.20 metros para permitir el tránsito de sillas de ruedas y personas con movilidad reducida. Además, es esencial que el piso sea antideslizante y que las salientes, como anuncios o lámparas, se ubiquen a una altura mayor de 2.10 metros.

En los baños accesibles, la puerta debe tener un ancho libre de 90 cm y abrir hacia afuera. Las barras de apoyo deben estar colocadas a 80 cm de altura, mientras que los lavamanos deben tener un espacio libre inferior de 76 cm para permitir el acceso de usuarios en silla de ruedas. Además, se sugiere el uso de grifería monomando o con sensor para mayor comodidad.

Para los ascensores, se establecen dimensiones mínimas de 1.10 x 1.50 metros, garantizando así el espacio necesario para un usuario de silla de ruedas acompañado.

Las barras de apoyo deben colocarse a una altura de 90 cm y se recomienda incorporar señalización en braille para facilitar su uso por personas con discapacidad visual.

Diseño inclusivo para todas las discapacidades

La guía también aborda aspectos específicos para las personas con discapacidad visual, se enfatiza la necesidad de contar con señalización en braille en los puntos clave, letreros con alto contraste y franjas texturizadas en las rutas de acceso y salida.

En el caso de las personas con discapacidad auditiva, se propone capacitar al personal en lengua de señas dominicana, además del uso de pantallas informativas que difundan mensajes claros y de pictogramas sencillos que faciliten la comprensión.

Para quienes presentan discapacidad cognitiva, se recomienda el diseño de folletos y menús de lectura fácil, con textos claros y acompañados de ilustraciones. Asimismo, se recalca la importancia de capacitar al personal de salud en el trato adecuado hacia estas personas.

La guía incluye un apartado dedicado a las mujeres con discapacidad, destacando su vulnerabilidad en el acceso a servicios de salud y proponiendo medidas específicas para garantizar su atención.

“Las mujeres enfrentan retos particulares, desde la falta de información accesible hasta prejuicios sobre su autonomía y derechos reproductivos”, explicó Rosario.

Un punto crítico del documento es la capacitación del personal de salud. Se enfatiza la importancia de sensibilizar a los profesionales sobre el trato digno y respetuoso hacia las personas con discapacidad.

También se recomienda la adaptación de plataformas digitales y páginas web para garantizar su compatibilidad con lectores de pantalla.

COIN, Proyecto LISS y Cimudis hicieron un llamado a las autoridades gubernamentales, al sector privado y a la sociedad civil para que adopten estas recomendaciones y trabajen en conjunto por un sistema de salud más justo.

Guía de atención