Donald Trump amenazó este lunes con imponer aranceles a los productos de México que empezaría con el 25% y podría elevarlos hasa el 75%, y que tan pronto gane las elecciones se lo dirá a la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.

En las últimas horas de campaña para unas elecciones muy reñidas contra Kamala Harris que tienen en ascuas al mundo, Trump, quien reiteró sus acusaciones a los mexicanos y otros latinoamericanos de ser asesinos, ladrones y narcotraficantes, dijo que impondría las referidas medidas si México no frena la entrada de migrantes.

"Si sacamos a todos a votar, no habrá nada que puedan hacer", afirmó este lunes el expresidente republicano en un mitin en Carolina del Norte.

El magnate despotricó, como acostumbra a hacer, contra la migración ilegal.

Dijo que, si gana, informará a la presidenta mexicana, la izquierdista Claudia Sheinbaum, que va a imponer "inmediatamente un arancel del 25% a todo lo que envíen a Estados Unidos" si no detienen lo que calificó de "embestida de criminales y drogas" por la frontera.

México "se convirtió en nuestro socio comercial número uno y nos están estafando a diestra y siniestra, es ridículo", opinó. Si el 25% no da resultado "impondré el 50% y si eso no funciona el 75%", advirtió.

El republicano también dará mítines en Míchigan y en Pensilvania, un estado donde su rival, la vicepresidenta Harris concentrará todos sus esfuerzos, cerrando en Filadelfia con invitados especiales como Lady Gaga y Ricky Martin.

Con 19 votos electorales en juego, Pensilvania es el más importante de los siete estados en los que ningún partido tiene el voto asegurado.

Ambos aprovechan las últimas horas para intentar desempatar las encuestas en unos comicios en los que casi 80 millones de personas han votado por anticipado.

– "¡Estás despedida!" –

Nunca hasta ahora Estados Unidos había tenido que elegir entre dos candidatos tan distanciados entre sí.

El expresidente ha intensificado su retórica violenta en busca de un segundo mandato, que lo convertiría en el primer presidente convicto.

En una carrera llena de sobresaltos, incluidos dos intentos de asesinato contra Trump y el abandono del presidente Joe Biden, Harris hizo una entrada en escena tardía.

La exsenadora espera que la defensa del derecho al aborto le abra las puertas de la Casa Blanca.

Trump confía en su retórica antimigrantes y la inflación, con una campaña que no ha escatimado golpes, incluso contra sus rivales, a los que tacha de "enemigo interno".

"¡Kamala estás despedida, lárgate!", repitió este lunes.

– Miedo al caos –

El republicano agitó el fantasma del fraude electoral una vez más, lo que hace temer que no reconozca el resultado si pierde, como hizo en 2020 tras ser derrotado por Biden.

El equipo de campaña de Harris "prevé totalmente" que el republicano se declare ganador antes de tiempo.

Es un "signo de debilidad y de miedo a perder", declaró este lunes Ian Sams, portavoz de la demócrata. "No funcionará", advirtió.

También preocupa la seguridad de las personas que trabajarán en los centros de votación.

Algunos funcionarios electorales recibieron botones de pánico para alertar rápidamente a las autoridades en caso de emergencia. Y al menos dos estados, Nevada y Washington, han puesto a la Guardia Nacional bajo alerta en caso de disturbios.

Ambos candidatos cuentan con apoyos excepcionales para la campaña.

Trump con el hombre más rico del mundo, Elon Musk, y sus polémicos sorteos de un millón de dólares diarios a votantes registrados. Y Harris con el expresidente Barack Obama y su esposa Michelle.

Biden se ha prodigado poco desde un desliz en el que se refirió a los partidarios de Trump como "basura".

El mundo sigue con nerviosismo las elecciones en la superpotencia mundial, en particular por sus repercusiones en Oriente Medio y la guerra en Ucrania, pero también por los efectos comerciales de las promesas proteccionistas en China o México.(Servicios de AFP. Ryan Collerd con Danny Kemp en Washington)