La igualdad de género es "un imperativo de la democracia del siglo XXI, no podemos hacer o pensar la democracia en base a la exclusión", según Gloria de la Fuente, subsecretaria de Relaciones Exteriores de Chile, quien considera que el 50 por ciento de la población de los países, las mujeres, tiene que estar también representada.
De la Fuente hizo estas declaraciones en la mesa redonda "Democracia en América Latina: una perspectiva desde Chile", realizada en Casa de América de Madrid.
La subsecretaria señaló que “la democracia está en peligro o enfrenta riesgos que son importantes, y esos riesgos tienen matices en función de la realidad de cada una de las naciones”.
Respecto a América Latina puntualizó que uno de esos riesgos está relacionado con el crimen organizado, a lo cual se suma la desinformación que contamina el debate público y polariza la sociedad.
La politóloga y académica chilena manifestó que el continente tiene la necesidad de trabajar de forma colaborativa y concertada en aquellos temas que convocan y afectan a las sociedades, con independencia de las diferencias políticas.
América Latina: la desigualdad como problema estructural
Esther del Campo, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología y Catedrática de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Complutense de Madrid, precisó que la desigualdad es una cuestión estructural, que afecta especialmente a las mujeres y sobre todo a las que son jefas de hogar, indígenas y pobres.
De igual forma, añadió que las condiciones estructurales de desigualdad siguen marcando las políticas públicas y marcarán el devenir de la región, y detalló que en el continente se deben desarrollar políticas públicas más igualitarias y afrontar la pobreza.
También se refirió al problema de la desinstitucionalización, al estar las instituciones democráticas atacadas por muchos actores y frentes, e insistió en que “es una tarea de todos construir y reconstruir las instituciones con perfiles más igualitarios y equitativos”.
El feminismo como corriente renovadora
En el encuentro, Javier Velasco, embajador de Chile en España, destacó que el feminismo es la fuerza que ha insuflado más capacidades del progresismo en el último período.
"Es indiscutible que representa una corriente renovadora de nuestras prácticas y nuestros programas políticos, frente a un fenómeno de erosión democrática”, expresó.
Resaltó que permite pensar desde otra perspectiva las prácticas políticas y los procesos sociales y se vuelve fundamental en tiempos de globalización selectiva, de crisis climática y del retorno de la guerra, además, posibilita “hacer que nuestras instituciones políticas se empiecen a parecer más a la sociedad”, comentó.
Por su parte, el director general de Casa de América, León de la Torre Krais, señaló que la mejora de la gobernanza, junto con la transformación digital y la transición hacia una economía más verde y sostenible, son los desafíos más acuciantes.
Asimismo, opinó que América Latina y el Caribe es la región emergente más democrática, donde hay un mayor porcentaje de países en los que prevalece el respeto amplio de los derechos humanos.
"Es precisamente ese acervo compartido de valores y principios asociados a la democracia y a la defensa de los derechos humanos lo que hace que el lazo entre Europa y América Latina sea tan fuerte", dijo.