El dirigente del Partido Reformista Social Cristiano, Guillermo Caram, calificó como "cínica" la declaración reciente de la administración Biden, que asegura haber evitado el colapso de Haití.

Según Caram, esta afirmación contrasta con la realidad, ya que, a su juicio, la pasividad y las omisiones de Estados Unidos, directa o indirectamente a través de organismos internacionales, han acelerado el deterioro institucional y social del país vecino.

Caram expresó preocupación por la ingobernabilidad y la precariedad institucional que afectan a Haití, destacando que estas condiciones imposibilitan el desarrollo de un sistema económico dinámico que pueda satisfacer las demandas laborales de su población.

“El colapso de Haití tiene consecuencias directas para República Dominicana, por su proximidad geográfica y los efectos colaterales que genera la crisis del otro lado de la frontera”, puntualizó.

El exfuncionario advirtió que la migración masiva de haitianos en busca de mejores condiciones de vida representa un desafío significativo para la economía y la seguridad dominicanas. "Haití, con su economía estancada, no puede generar los empleos necesarios para su población, lo que los obliga a buscar oportunidades en República Dominicana, principalmente en sectores como la agricultura y la construcción, donde los dominicanos no están interesados en trabajar", señaló.

Asimismo, Caram destacó que la falta de regulación en el comercio binacional entre ambos países, caracterizado por contrabando y tráfico ilegal, limita los beneficios económicos y fiscales para ambas naciones. Según explicó, esta situación también socava la capacidad de los gobiernos de recaudar ingresos que podrían fortalecer sus respectivas economías.

El economista alertó sobre el peligro de un éxodo masivo de haitianos, provocado por la violencia de las bandas criminales y la falta de gobernabilidad en Haití. “Esto pone a prueba la capacidad de nuestras fuerzas armadas para manejar una crisis migratoria sin violencia, mientras aumenta el riesgo de que delincuentes infiltrados crucen la frontera y afecten la seguridad nacional”, indicó.

Caram también subrayó el impacto negativo que la inestabilidad haitiana podría tener en la democracia dominicana, especialmente en un contexto de insatisfacción popular con el sistema político local. "El fracaso de la democracia en Haití para mantener el orden, algo que incluso dictaduras lograron en su momento, constituye un mal ejemplo para la región", agregó.

Finalmente, Caram instó a la comunidad internacional, particularmente a Estados Unidos, a asumir su responsabilidad en la restauración de la gobernabilidad en Haití. "Es esencial que se implementen estrategias efectivas para detener el colapso de Haití, no solo por el bienestar de su población, sino también para garantizar la estabilidad de República Dominicana y de toda la región", concluyó.