En República Dominicana, la paridad de género tiene una brecha, pese a los avances de la participación femenina en la política y otros renglones productivos como la minería, considerado para hombres.  

Pese a los avances de la participación femenina en la política y otras áreas en los últimos años, este género continúa enfrentando retos y desafíos.

En 1931, la Acción Feminista Dominicana, formada por mujeres de élite y liderada por Abigaíl Mejía, auspició el Primer Manifiesto Feminista Dominicano en el que exigió igualdad de derechos en la Constitución. Sin embargo, no fue hasta 1942 que el dictador Rafael Leónidas Trujillo le otorgó el derecho al voto.

Durante la década de los 80 surgieron varias organizaciones de mujeres, en las cuales se realizaron actividades de educación, investigación, cultura, generación de empleos, salud y promoción. Más tarde, para los años 90, estas organizaciones solicitaron mayor inclusión en los puestos públicos y de dirección en los partidos políticos, en el Estado y en las candidaturas electivas.

En las últimas décadas, la población femenina logró ocupar grandes posiciones como la Vicepresidencia de la República, alcaldías, Senado, entre otras.

Pese a estos avances, la PHD en comunicación, Esmerarda Montero, manifestó que en el imaginario colectivo con un nivel de machismo muy alto, la mujer no tiene el voto de confianza para dirigir el Estado o una institución.

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Esmerarda Montero PHD, en comunicación y CEO de la consultora Bright Podium

Explicó que, en la actualidad, la mujer tiene un papel preponderante en la política, pero esto es un “arma de doble filo”, ya que muchos partidos y candidatos colocan una mujer como contraparte, ya sea vicepresidenta, vicealcaldesa, para que se vea balanceado y con cierta paridad.

Pero, una evidencia de que en República Dominicana no existe realmente esa paridad, es la escasa participación de las mujeres en competir por puestos de primer nivel.

En ese sentido, según el Índice de Paridad Política (IPP), República Dominicana alcanzó el 49.2 % sobre 100, lo que representa “insuficiencias” en la representación femenina, a pesar de los desafíos que enfrenta para transitar hacia una democracia paritaria.

Montero agregó que en la política tradicional las mujeres aún tienen muchas conquistas.

Para las elecciones presidenciales y congresuales del 19 de mayo, de los nueves candidatos que aspiran a la presidencia, solo dos son mujeres: Virginia Antares, por partido Opción Democrática (OD), y María Teresa Cabrera, por el Frente Amplio.

De igual forma, el politólogo David La Hoz indicó que, aunque la mujer dominicana participa activamente en la política, tiene dificultad para lograr cargos directivos y presidenciales, aunque asegurando que no solo las féminas tienen esta dificultad, sino también los hombres, debido a que los partidos políticos carecen de democracia internas y las posiciones dependen de la cercanía con el líder político.

Todos aquellos -hombre o mujer- que no tienen cercanía con algún líder político carecen de poder en la política.

Agregó que en la medida que las mujeres se empoderen en las organizaciones políticas nada le impedirá lograr sus objetivos.

¿Por qué la ciudadanía no vota por las mujeres?

En República Dominicana, las mujeres reciben escasos votos de los dominicanos por diversas razones.

Para Montero, la escasez de votos hacia la mujer tiene que ver con que no hay una cultura de ver a las mujeres en puestos elegibles y de liderazgo.

Sostuvo que la cultura machista y el patriarcado hacen que las mujeres no sean reconocidas como entes capaces de dirigir cargos de alta gerencias en el país, teniendo como resultado pocas figuras femeninas en diputaciones y a nivel senatorial, mientras la población masculina en estos puestos es mayoritaria.

En artículo 39, numeral 5 de la Constitución establece que el Estado debe promover y garantizar la participación equilibrada de mujeres y hombres en las candidaturas a los cargos de elección popular para las instancias de dirección y decisión en el ámbito público, en la administración de justicia y en los organismos de control del Estado.

Añadió que las organizaciones políticas deberían promover una cultura más abierta y participativa hacia la mujer, no simplemente buscando cumplir con una cuota de paridad impuesta por una ley, sino considerando que la mujer tiene la capacidad de optar por grandes cargos y tomar grandes decisiones.

“Que se nos de paso para poder avanzar”, expresó Montero considerando que la mujer tiene pocas posibilidades en las contiendas electorales.

De su lado, La Hoz precisó que una de las razones es la forma en que las mujeres hacen campañas electorales, además de la falta de solidaridad de las mismas mujeres, asegurando que, en la actualidad, hay muchas mujeres que dicen no ejercer el voto por otra mujer.

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Foto: © Mery Ann Escolástico
Fecha:04/09/2019

Consideró que la responsabilidad recae sobre las feministas, ya que – a su entender – tienen una posición “extrema” de conflicto frente al hombre, afirmando que la mujer que no esté de acuerdo con el conflicto se solidarice con aquellas que tienen una posición comunista radical.

La Hoz explicó que en ocasiones la posición machista interfiere en la participación política de la mujer debido a la falta de empoderamiento de estas.

Mujeres en el poder, ¿por legado o capacidad?

En la política dominicana hay ejemplos sobre el legado de padre e hijo, o esposo y esposa, que sirven como un impulso a la carrera política de su familiar, sin que esto vaya en desmedro de sus capacidades.

Como ejemplos de incursión en política de mujeres con legado político se podrían citar el de la alcaldesa del Distrito Nacional, Carolina Mejía, hija del expresidente Hipólito Mejía; la senadora del Distrito Nacional, Faride Raful, hija del expresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Tony Raful, así como la candidata electa en la alcaldía de Santo Domingo Norte, Betty Gerónimo, esposa del exalcalde en esa misma demarcación, Francisco Fernández.

Sobre la interrogante sobre si algunas de las mujeres con cargos importantes están en la posición por un legado familiar o por su capacidad, ambos politólogos manifestaron que unas se ganaron su posición, mientras que otras  no.

Montero manifestó que una limitante de la participación femenina es que el sistema político se convierte en “herencia”, es decir los políticos se encadenan en los puestos.

Por otro lado, La Hoz indicó que Raful y Gerónimo crearon su propio espacio logrando un impacto en la política, pero Mejía "evidentemente todavía no se percibe como una líder que haya crecido por sus propios méritos".

Asimismo, el politólogo La Hoz afirmó que las mujeres que aspiran a puestos de alta gerencia o las que ya están en el cargo tienen la capacidad para estar allí, pero no han luchado por dichas posiciones, asegurando que la Junta Central Electoral (JCE) ha sido concisa exigiendo que la cuota femenina tiene que figurar en la boleta, “pero las mujeres no han echado el pleito no han peleado sus posiciones”.

Participación de la mujer en elecciones municipales 2024

En las Elecciones Municipales del pasado 18 de febrero, de 18,197 candidatos que participaron en estos comicios, 7,359 fueron mujeres, representando estas el 40 % de postulantes.

En el nivel de alcaldía de 595 candidaturas presentadas, solo 99 fueron mujeres, representando un 16.6 %, mientras, en las direcciones distritales de 722, 84 candidaturas fueron llevadas por féminas, representando el 11.6 %.

Mientras que en para las regidurías y sus correspondientes suplentes y vocales, la representación de las mujeres fue de un 43.5 %.

Resultados balanceados en las elecciones municipales 2024

En los comicios municipales de 158 alcaldías la población femenina alcanzó 16 puestos, representando un 10.13 %, mientras que los hombres obtuvieron 142 posiciones, para un 89.87 %.

Sin embargo, en los puestos de vicealcaldías las mujeres obtuvieron 142 posiciones, para el 89.87 %; y los hombres 16, para un 10.13 %.

Mientras que, en los cargos de directores y directoras municipales, las mujeres obtuvieron 23 espacios, para un 9.79 %, y los hombres 212 puestos, para un 90.21 %.

En las subdirecciones, las mujeres se quedaron con 210 posiciones, para un 90.13 %; y los hombres con solo 23 espacios, representando el 9.79 %.

Recomendaciones para lograr una mayor representación de las mujeres

Montero explicó que los partidos políticos y sus lideres deben entender la diversidad del mundo, con una visión más abierta sobre el rol femenino y la capacidad de estas.

Añadió que estos entes tienen la responsabilidad de promover una cultura más abierta e inclusiva para la participación de la mujer, considerando que solo los partidos minoritarios tienen una visión progresista en cuanto a la participación de la mujer, por lo que hay que romper “la burbuja” de la política tradicional.

Por otro lado, La Hoz exhortó a la mujer “empoderarse”, trabajar en unanimidad por la paridad, para lograr un liderazgo femenino eficiente y atractivo.