Pedernales es la provincia más distante del Distrito Nacional (307 kilómetros, cinco horas en auto). Séptima más grande en territorio (2,075 kilómetros cuadrados), pero la menos poblada (cerca de 40 mil habitantes) y la segunda más pobre (57%). Su ubicación al extremo sudoeste la convierte en frontera con los más empobrecidos pueblos de Haití, que es el país más pobre del hemisferio.

Paradojalmente, desde los años cincuenta hasta mediados de los ochenta del siglo veinte, representó una fuente fundamental de enriquecimiento del Estado y de la estadounidense Alcoa Exploration Company, a través de la explotación de la bauxita y otros minerales.

Y ha tenido aeródromos y muelles desde mediados del siglo anterior, pese a que apenas había nacido en 1927 en que familias poblaron la sabana Juan López (hoy Pedernales) como parte de un plan del gobierno de Horacio Vásquez para resguardar la frontera.

Entre 1931 y 1932, el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo construyó un aeródromo en los terrenos donde ahora existe el barrio Campo de Aviación, con el objetivo de trasladar tropas y los pertrechos de la 16 Compañía instalada tras la terminación de la fortaleza  (hoy cuartel policial), en 1934.

https://acento.com.do/cultura/el-avion-que-llevaba-a-dona-cayo-en-manacla-al-filo-de-un-precipicio-8881886.html.

El aeródromo de Cabo Rojo fue construido en 1952 y destruido en 1959, según Tony Bretón, para evitar aterrizaje de conspiradores contra el régimen tiránico. Fue reconstruido en 1962.

La Alcoa lo utilizó para brindar servicios a sus empleados y, si los superiores dejaban espacio, a familiares. Operaban dos compañías: Aerovías Quisqueyanas y Alas del Caribe. La ruta era Cabo Rojo-Santo Domingo (Caucedo).

El 1 de noviembre de 2022, bajo alianza público-privada, con subsidio del gobierno central, Air Century realizó el primer vuelo formal en la ruta Aeropuerto Joaquín Balaguer, en Santo Domingo-Cabo Rojo, Pedernales,  lunes y viernes.

En el municipio Pedernales, el gobierno de Trujillo construyó con madera local un muelle que existió hasta que los ciclones (Katie, Inés) y un mar de fondo hicieron estragos en su estructura.

Servía a las goletas que llevaban avituallamiento y a las barcazas que trasladaban la madera preciosa producida por los aserraderos que había instalado en sierra Baoruco el tenebroso Danilo Trujillo, hijo de Virgilio, hermano del tirano.

Rica en recursos naturales y con parques nacionales que le ocupan el 68% del territorio (Jaragua y Sierra Baoruco), con playas tranquilas y de arena blanca singulares, ahora es escenario del Proyecto de Desarrollo Turístico, que tiene como eje a Cabo Rojo, 23 kilómetros al sureste del municipio cabecera, donde operaron la minera gringa, Ideal Dominicana, Dovemco y Cementos Andino, unas explotando y exportando bauxita, y otra, cemento más otros insumos.

Allí, bajo la sombrilla del Fideicomiso Pro Pedernales, el gobierno ya ha comenzado a construir los hoteles de la primera de cuatro etapas (3,000 habitaciones), que serán administrados por reconocidas cadenas internacionales.

Una empresa mexicana, ITM, readecua el viejo muelle de exportación de bauxita para convertirlo en puerto de cruceros que sería operado por Taino Bay.

El director de Autoridad Portuaria Dominicana, Jean Luis Rodríguez, ha reiterado que comenzará a operar en febrero de 2024 y ha estimado que, durante el año, visitarán el lugar unos 300,000 turistas. El presidente Luis Abinader había garantizado para diciembre de 2023 la llegada del primer barco cargado de cruceristas.

Entretanto, según las autoridades, avanza el proceso para la construcción del aeropuerto internacional (Deberán designarlo Los Colonos o Pedernales, en reconocimiento a los fundadores). La terminal, en forma de tortuga, ha sido considerada una obra vital para lograr el éxito del destino turístico.

Será levantada en la comunidad Tres Charcos, municipio Oviedo, a menos de media hora de los hoteles. El director ejecutivo de Alianzas Público-Privadas, Sigmund Freud, ha dicho que, en agosto, comienzan con la licitación de la pista y el paseo.

Al finalizar la cuarta etapa, consideran que sería la tercera terminal en importancia, con cerca de 1,000,000 de pasajeros internacionales, sólo detrás de Punta Cana y Las Américas.

Más allá de las expectativas, el desafío debe ser convertir a Pedernales en un destino de turismo sostenible real, cónsono con las nuevas demandas mundiales, sin aberraciones y con la sociedad pedernalense (empresarios grandes y chiquitos, sector público, profesionales y organizaciones sociales) como interlocutora en todos los procesos del fenómeno social.

Con el destino turístico Pedernales debemos superar con creces el manido concepto de “industria sin chimenea” para anclar en los sujetos, si no deseamos arrepentimientos posteriores.