De mi infancia recuerdo una historia de la Iglesia ilustrada que tenía mi papá, con unos dibujos a blanco y negro, la cual hojeaba, solo para ver los dibujos, y uno de ellos siempre me llamó la atención, y era de un hombre un poco calvo, con una de sus manos levantadas ante unas personas vestidas casi todas de negro y recuerdo algo que debajo decía en letras cursivas: El cismático Fosio… Luego estudiando en el seminario Historia de la Iglesia, supe que Fosio había sido un laico hecho Patriarca de Constantinopla en el siglo IX d. C., por el emperador de entonces, destituyendo al Patriarca el Obispo San Ignacio; el papa de ese  momento Nicolas I, al enterarse de dicha situación, rechazó la elevación de Fosio y lo excomulgó junto con el emperador, entonces Fosio rompe con el papa y rechaza su primacía, dándose un cisma, el cual duro poco, pero sentó la base para la definitiva división de la iglesia en católica y ortodoxa.

Todo esto me viene a la memoria a raíz de la excomunión dada al arzobispo italiano Carlos María Viganó por parte del Discaterio para la doctrina de la fe en días reciente. El asunto es que Mons. Viganó ha declarado hereje al papa Francisco, no reconoce su autoridad y abdica del Concilio Vaticano II entre otras cosas, de ahí que lo declaren cismático, fuera de la Iglesia. Ya desde hace un tiempo, Viganó ha venido teniendo encontronazos con la santa Sede en declaraciones por medio de cartas y entrevista en lo que expone las acusaciones que el Dicasterio le hace y que han dado como consecuencia su actual excomunión.

Para muchos resulta sorprendente la actuación de Mons. Viganó que le ha llevado a este triste desenlace. Pues ha sido lo que llamamos un eclesiástico de carrera, al servicio de la Secretaría de Estado del Vaticano, en unas posiciones muy importantes, entre la que se destaca el haber sido Nuncio en los Estados Unidos, una de las nunciaturas más importante de la institución eclesial, y con bastantes años en la Iglesia desde los albores del Concilio Vaticano II, de ahí lo de sorpresa que ha tenido su actuación en contra de la Santa Sede y del actual pontífice.

¿Qué razones movieron a Mons. Viganó a dar estos torpes pasos fuera de las instancias eclesiales y hacer unas series de críticas, que hasta podríamos decir no digna de una persona de un historial así? Según algunos su historial familiar último no ha sido muy halagüeño, proviene de esas familias acaudalada que a la muerte de los progenitores pasan cosas lamentables que siempre afectan a la persona, pero tal vez eso es lo de menos. La cuestión podría estar en el asunto del despuesto cardenal y arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick, acusado gravemente de pederastia, cuya denuncia en parte fue hecha en principio por Viganó y no se le dio curso, y cuando todo salió a la luz pública, entonces se le depuso, cuando ya hacía unos años que Viganó había dejado la Nunciatura por asuntos de edad. Algunos dicen que pudo haber sido el manejo de esto lo que llevó a esas diatribas en las cuales Viganó se tornó en contra de Francisco y de ulteriores elementos de la Iglesia.

Toda separación siempre es triste y lamentable, y sobre todo cuando se da en esta forma y debido a estas causas penosas. Los cismas y los cimáticos son asuntos que uno no quiere que pasen, pues anhelamos que la unidad se mantenga y que todos caminemos juntos los senderos de la fe. Unidad en la diversidad como expresaba San Agustín, pero cuando el asunto se vuelve un resquebrajamiento de la doctrina y de la autoridad hay que actuar, pues hay que cuidar del escándalo y la confusión al rebaño. Se busca y se quiere el arrepentimiento y la vuelta al sendero del hermano que ha caído en rebeldía y equívoco, pero cuando hay cerrazón como en este caso hay que actuar, siempre con la esperanza de la vuelta del hijo de la Iglesia que ya antes de la declaración de excomunión se ha ido y se ha excomulgado a sí mismo, como aquel texto de Lucas 15, 11ss., conocido como del ´´hijo prodigo´´, pero que en sí es del ´´Padre bondadoso´´, la Iglesia siempre espera y aguarda su rectificación y su retracto, y su regreso..