Con Gaza en el corazón.

El filósofo español Jordi Pigem, en su reciente libro Técnica y totalitarismo, del año 2023, presenta la segunda entrega de la trilogía que iniciara con Pandemia y post-verdad, ambos publicados por la editorial Fragmenta.

Sus análisis son muy lúcidos en relación con la situación actual, especialmente en lo relativo a la gestión de la información y la amenaza del totalitarismo cibernético, una amenaza que ya fue advertida por Hannah Arendt y Simone Weil, dos grandes filósofas del siglo XX a las que acudo regularmente en busca de perspectiva para comprender las situaciones actuales.

En sus planteamientos sobre la gestión de la información y el manejo de las fuentes de las que todos nos nutrimos, Jordi Pigem plantea asuntos como "la humanización de las máquinas a la par que la robotización del pensamiento de las personas".

Muchas de las expresiones de la libertad no son solo físicas, como la libre circulación o la toma de decisiones. La capacidad de pensar y tener la opción de construir un pensamiento propio y crítico es la libertad que está constantemente en peligro; es el paso hacia la uniformización del pensamiento, que convierte a los individuos singulares en prescindibles y esclavizables.

Toda la información de que disponemos nos está produciendo una contaminación mental, puesto que no sabemos seleccionar las fuentes de la información y optamos por lo más fácil. Todos nos consideramos expertos en todo, con solo un clic y una simple búsqueda de información; olvidamos que la información sin formación es de poco o ningún valor. Esta fascinación por la información rápida, por el consumo de todo lo que cabe en el mundo virtual, que es infinito, es propia de nuestros días.

La teoría de una uniformidad del pensamiento sin conciencia crítica es posible que sea producto de la influencia actual del manejo y la clasificación de la información. ¿Cómo podemos identificar una noticia falsa? ¿Cómo podemos mantenernos lúcidos y al margen de la contaminación mental para no asumir ideas y teorías que no tienen ningún tipo de sustento o que son mentiras repetidas mil veces hasta convertirse en verdad?

Estamos en la era de la razón, donde cada uno crea la suya propia y la argumenta sin ningún tipo de rigor. Ya no existe el método científico. Esto nos hace más pasivos y sumisos con un pensamiento uniforme, marcado por los intereses comerciales. Nos convertimos en objetos de consumo inconsciente y víctimas de una manipulación más invisible que nos transforma en una masa acrítica y nos hace dejar de ser únicos y excepcionales en nuestra diversidad.