En este mes de junio que recién inicia se conmemora, mañana domingo 5, el día mundial del medio ambiente. Para recordar, la Organización de Naciones Unidas estableció esta fecha, porque en ella se realizó, en 1972, hará este domingo 50 años, la Cumbre de Estocolmo, en Suecia la primera conferencia sobre temas de medio ambiente, donde los participantes adoptaron una serie de principios para la gestión racional del medio ambiente, y una “Declaración y Plan de Acción de Estocolmo para el Medio Humano”, documento que puedes revisar en red. Esta reunión marcó el inicio de las preocupaciones y de los diálogos en y entre los países industrializados y en desarrollo sobre el vínculo entre el crecimiento económico, la contaminación del aire, el agua, el suelo y los océanos con el bienestar de las personas en todo el mundo.

Y me gustaría hacer hincapié: crecimiento económico, BIENESTAR DE LAS PERSONAS y contaminación ambiental. No estarán hablando en serio, es una buena pregunta. Porque hoy, a 50 años de aquella reunión, se conmemora la fecha con el slogan UNA SOLA TIERRA. Esto significa que hemos hecho caso omiso de esas preocupaciones que en su día hiciera la ONU para que tomáramos en serio el gusto por la abundancia, la comodidad y la buena vida, sin pensar de dónde proviene, cómo se obtiene, a dónde va a parar lo que desechamos en el proceso, y cuánto más nos puede durar la gozadera.

También en este mes de junio el día 8 se conmemora el Día Mundial de los Océanos, y el 17 el Día mundial de la Desertificación y la Sequía. Mares y bosques, ambientes vitales para nuestra subsistencia, que requieren solo una mirada para darnos cuenta lo que está pasando, y lo que puede llegar a ocurrir, si continuamos con la fiesta del consumismo y la botadera. El consumismo y la botadera la hemos internalizado a través de la comodidad. Y con qué nos han encantado en la comodidad? Con el plástico. Y nos dice la ONU: “El plástico, que ya ha atragantado nuestros océanos, terminará por asfixiarnos a todos si no actuamos rápidamente”.

Algunos datos: la fabricación de plásticos también aporta al problema del cambio climático con la producción, desde 2015 de 1,7 gigatoneladas de CO₂, cifra que para el 2050 se triplicará a 6,5 gigatoneladas. El 85% de los residuos que llegan a los océanos son plásticos, de manera que habrá 50 kilogramos de plástico por metro de costa en todo el mundo. De qué está rodeado nuetsro territorio? De costas, muchas gracias. Los costos que acarrea para el turismo y la pesca la contaminación del plástico para las limpiezas rondan entre 6000 y 19000 millones en 2018.

Los problemas ambientales son muchos, la deforestación que provoca desertificación y sequia es galopante, y a pesar de que sea muy bueno y económicamente rentable desmontar nuestros bosques para exportarles aguacates y cacaos a los europeos y estadounidenses, quedarnos sin capacidad para producir nuestra agua, y nuestros alimentos, como que no es una buena opción.

Lo peor de todo, el problema ambiental más grave que tenemos es que no nos importa. La juventud está distraída, postrada y alienada en tonteras que ven en el celular de twiter y de tik tok, y cuanta porquería se les envía, para eso mismo, para distraerlos y que no vean lo que está ocurriendo. Y luego se considera que con ir a limpiar una playa se hace algo, cuando regresan a la casa a continuar su febril consumismo y botadera, como si hubiera diferencia entre tirar la basura a la calle o al vertedero. Es que tenemos UNA SOLA TIERRA y debemos disminuir al máximo los niveles de extracción de recursos, vivir con lo necesario, no con lo superfluo, para que en el 2050, los que llegarán, puedan ver a sus hijos crecer y disfrutar de sus nietos, pero al parecer no les gusta mucho la idea y prefieren solamente, vivir y disfrutar el día de hoy, porque mañana, amanecerá “si Dios quiere”, pero no nosotros.