Vale repetirlo 13 años después: “Para dar uso a los Súper Tucanos, que nos costaron 98 millones de dólares (con lo que hubiéramos podido construir cien escuelas o treinta hospitales), y que hasta ahora no han tumbado ni una libélula, sugiero convertirlos en atractivos turísticos: Ponemos dos en un parque temático, dos en el Palacio Nacional, dos en las Fuerzas Armadas y otros dos en el Congreso. Recuperamos la inversión en un año, cobrándoles a los que quieran sentarse en la cabina, como hizo Leonel cuando fue comprar esas inutilidades”…(¡Imperdonable!).