Hoy escuché a la testimonia de una mujer
que despertó cuando una bomba monstruosa–
del tipo que se usa supuestamente contra
un portaviones, o una gran fábrica–fue
echado sobre su edificio de apartamentos
cortándolo en dos. Por un lado se quedaron
sus papás asesinados y al otro ella
despertando y tratando de escapar
del doceavo piso. Algunos meses antes
ella perdió también a su novio en la guerra
que trajo Rusia. Pero a pesar de todas
las pérdidas entre sus bienamados ella
se sentó para responder a las preguntas
de la periodista e investigadora que
documenta ahora por el tiempo
que dure el video, el acervo, la internet,
el coraje y valentía, la calma de esta
mujer, portavoz por todos, por su país,
por la ética, sin otro camino, dice,
que sobrevivir y seguir adelante.