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Se sabe que la unidad constructora del sistema integrado de transporte de Santiago generó gran inquietud ciudadana por extraer, sin informar en la avenida Las Carreras, 43 robles amarillos. Es positivo que se trasplanten como se ha hecho, al nuevo parque que se crea alrededor de la Columna 7 del teleférico ubicada en el entorno puente Hermanos Patiño. También que esta entidad pública se involucre activamente, en la nueva campaña de arborización que proponemos.

 

Monorriel y teleférico de Santiago serán obras adaptadas al cambio climático, de escaso consumo de combustibles fósiles y baja generación de gases efecto invernadero. Adaptadas a la ciudad que produce 3.3 toneladas por habitante anuales de CO2. Montos a reducir al 2030, vía la masiva arborización urbana que realizaremos.

 

Santiago robusteció el sistema verde de parques, jardines y espacios públicos naturales que exhibimos hoy. Asumimos como ciudad que las diversas obras de movilidad en construcción, perturbarían la arborización vial. Ese fue el escenario planificado para cuando se desplegaran el monorriel, el teleférico y la ampliación del acceso vial desde Santo Domingo, como se hace ahora.

 

Hoy, Santiago es una ciudad reverdecida por el Parque Central y el Jardín Botánico, establecidos por el gobierno central y la sociedad civil. Igualmente por 88 parques construidos o remozados por el Ayuntamiento. Con estas obras, la ciudad alcanzó 51 hectáreas (0.51 Km2) de verde/100 mil habitantes. Este valor supera el umbral de 50 hectáreas/100 mil que según ONU-Hábitat y Centro Iberoamericano de Planificación CIDEU, indican cuándo una ciudad puede considerarse verde y sostenible.

 

Sin embargo, debiera subrayarse que cuando logremos el acceso al verde que aportarán las riberas y parque lineal del primer y segundo tramo del río Gurabo rescatado, Santiago alcanzará las 73.2 hectáreas (0.73 km2/100 mil habitantes). Valor que nos colocará entre las ciudades más verdes de América.

 

La verdad sea dicha. Si el monorriel y el teleférico de Santiago, obras estratégicas de la presidencia que colocarán esta ciudad en el mapa de los sistemas modernos de movilidad, afectan áreas sensibles del sistema verde santiaguero, hoy es el momento oportuno para ejecutar una masiva arborización de las principales avenidas de esta ciudad. Así está aprobado y firmado por 305 asociaciones del Plan Estratégico Santiago 2030.

 

En este programa de arborización vial debe participar EDENORTE y entidades afines, ejecutoras inconsultas de podas irredentas y caóticas de los vitales arboles urbanos santiagueros. Tenemos un manual de arbolado urbano en el Ayuntamiento. El Jardín Botánico posee decenas expertos al respecto y las juntas de vecinos, socias del Consejo para el Desarrollo (CDES), aportarían el trabajo voluntario para acometer esta urgente tarea.

 

Sabemos que anualmente se producen en la ciudad de Santiago, unas 3.3 toneladas per cápita de gases efecto invernadero (GEI), formados principalmente por Dióxido de Carbono Equivalente (CO2e). Es un total de 2 millones, 822 mil toneladas de GEI para la ciudad. Todo lo anterior nos aporta un plan maestro de infraestructura verde que mejoraría la capacidad de reducción de la producción de gases efecto invernadero que son los generadores del cambio climático y de sus efectos más adversos.

 

En Santiago, entre los principales sectores emisores de gases están la movilidad de más 300 mil vehículos de motor, la industria, el procesamiento de productos y las más de 210 mil edificaciones y residencias que se levantan en la ciudad de Santiago y en los cuatros distritos del municipio Santiago.

 

Santiago tiene una vasta red hídrica ramificada con afluentes del rio Yaque del Norte que prácticamente abraza toda la ciudad no solo una, sino dos veces. Es precisamente esta red natural de ríos y riberas que constituye el esqueleto básico para darle sostenibilidad a la preservación de las áreas verdes por habitante. Se impone para este Sistema Verde, la ejecución de operaciones urbanas transformadoras.

 

Un conjunto de operaciones que multiplicara la riqueza paisajística y natural de Santiago, fruto de su ubicación geográfica, es uno de los factores que la caracterizan. Los numerosos cauces existentes conforman corredores ecológicos de gran interés, en especial, Yaque del Norte, Gurabo, Pontezuela, Guazumal, Jacagua, Pastor y Nibaje. Áreas que también contribuirán a reforzar el sistema verde impacto por las intervenciones de movilidad urbanas presentes y futuras.

 

La creación de una red de corredores verdes en la zona, recuperando los cauces de todos los ríos y arroyos que atraviesan la ciudad, constituye una estrategia para dar valor a los elementos naturales de la ciudad, además de preservarlos y ponerlos al servicio de la ciudadanía.

 

Debemos mantener la conectividad de los corredores con el resto del territorio para que puedan desempeñar su función urbana, y asimismo generar grandes áreas de gestión del verde. Los ríos deben tener los márgenes de protección que establece la ley 64-00 de medio ambiente, que han de ser respetados junto con su vegetación y fauna para asegurar vulnerabilidad y resiliencia urbana. Esta función es compatible con la habilitación  de senderos, zonas de recreo o equipamientos deportivos.

 

La conservación de cauces y la puesta en valor de los mismos como conexiones verdes dentro de la trama urbana, junto con la mejora de parques existentes y la creación de otros nuevos en las zonas de intervención integral configurarán una gran red verde de espacios públicos a nivel regional. Esto repercutiría directamente en la calidad de vida de los habitantes de Santiago, así como en la atracción de nuevas fuentes de turismo natural.

 

Se impone finalmente limitar como establece el Plan Municipal de Ordenamiento Territorial de Santiago (POTSA), cualquier uso o actividad que pueda afectar la permeabilidad del suelo, al funcionamiento hidráulico, la calidad del agua, el papel tampón de las riberas, su valor ecológico, cultural y paisajístico. Asimismo que los actores privados y públicos intervinientes en la movilidad de Santiago, se ocupen de proteger y ampliar todo el sistema verde de Santiago.

 

El Consejo para el Desarrollo Estratégico (CDES) fueron invitados especiales del XXIII Congreso del CIDEU “Espacio Público y Paisajismo Urbano” realizado en Santiago de Chile del 16-19 de abril, 2018. Santiago de los Caballeros ha realizado un buen trabajo en materia de espacios públicos, y siendo una ciudad cofundadora del CIDEU (1993), tuvo mucho que aportar al respecto. Ver: www.cideu.org

 

El espacio público o “espacio para la convivencia” como subraya el CIDEU en los fundamentos técnicos de ese XXIII Congreso, “es el lugar de la ciudad donde todas las personas tienen derecho a estar y circular, en paz y armonía, sin que el paso se pueda limitar con criterios de propiedad privada, y excepcionalmente por reserva gubernamental”.

 

Por lo tanto, espacio público es aquel espacio de propiedad, dominio y uso público, donde se asientan, desarrollan, y relacionan, actividades del ámbito cultural, económico, político, y social. A esos espacios se accesará por el nuevo sistema de movilidad de Santiago. Las vías, plazas y parques, ocupan más del 80 % del espacio público de las ciudades del mundo, pero ese espacio ha sido secuestrado por el automóvil privado, que, paradójicamente solo representa el 10 % de los desplazamientos urbanos. Por eso arborización urbana y movilidad deben ir de la mano en el desarrollo de Santiago.