Resulta interesante, y hasta de mucha curiosidad, cuestionarse siempre sobre los qué y los por qué. Sobre las cosas que ocurren, cómo ocurren y por qué ocurren. Reflexiones semejantes se han hecho para las ciencias, la literatura, la filosofía, y se les ha dado en llamar metarrelatos y/o metanarrativas a las exposiciones y explicaciones que ofrecen, o pretenden ofrecer, respuestas a estos cuestionamientos. ¿Y qué son los metarrelatos? Según la definición que expone Paola Hernández en su artículo Hernández, Paola. (2022, 17 febrero). Metarrelatos: definición y ejemplos de metanarrativa en la modernidad y la posmodernidad. Cinco Noticias https://www.cinconoticias.com/metarrelatos/, “los metarrelatos son grandes relatos acerca de un relato, es decir, la narración de una narración” que ella asocia, específicamente para este caso, a la literatura. De igual forma tenemos la metanarrativa, que ofrece la posibilidad de hacer una narración o relato de otro relato, contar una historia de una historia. Y es que me parece muy llamativa la idea de hacer otra historia con nuestra historia, la que nos han contado, que creemos que es la verdadera, pero que, con solo mirar alrededor, podemos arrugar la frente y con expresión dubitativa pensar: Hummm, esto como que no encaja.
Y es que desde finales del siglo XX pasado se han descrito para estos tiempos de fines de siglo y principios del presente cuatro grandes metarrelatos de parte de especialistas en filosofía, sociología, literatura, además de las ciencias básicas, donde se cuestiona el rol de los ordenamientos sociales que han regido las sociedades humanas, especialmente las influidas por la difusión de la cultura occidental. Estos metarrelatos fueron descritos, entre otros autores, por Jean Francois Lyotard en su obra “La condición posmoderna” donde analiza y describe lo que han sido, fueron para él, los cuatro grandes relatos de la historia en cuanto a proyectos de la organización social y de los recursos de la humanidad. Se trataba a través de estas ideas explicar y promover formas de relaciones sociales y políticas que mejoraran la vida de todas las personas. Y yo me pregunto aquí, ¿y por qué bajo la directriz cultural de Occidente? Siempre recuerdo mi cuestionamiento sobre los más de 10 mil años de historia que ha tenido la selva amazónica viviendo sin Occidente y sus “inteligentes recetas” sociopolíticas, económicas y culturales.
Pues bien, los metarrelatos que propone Lyotard son: el cristianismo, como doctrina espiritual, moral y social, en la que a partir de la vida y obra de Jesús de Nazaret, los hombres alcanzaran la redención; el marxismo, basado en la obra de Marx y Engels, que promueve el socialismo científico y materialista, el cual, mediante la acción revolucionaria, plantea pretender acabar con las desigualdades de clase; el iluminismo o Ilustración, en la que se otorga, por parte de filósofos, políticos y literatos, divinidad a la Razón, que acaba con una supuesta irracionalidad humana, promoviendo un estado de plenitud racional para todos los humanos; por último el capitalismo, relacionado a una racionalidad económica, con una especie de teología en la que “una mano invisible” (ja ja ja) distribuye la riqueza de forma equitativa consiguiendo plenitud y bienestar para todo ser humano. https://www.homohominisacrares.net/promocion-libros/ensayo/caida-grandes-relatos-y-ahora-que.php.
Y es por esto que, como les decía al principio, me he hecho a la idea de pensar, qué tal si hacer un ejercicio de construir, el lector puede hacer el suyo, el propio relato dentro del relato que nos han descrito sobre nuestra sociedad y si es que se cumplen las condiciones que se señalan de redención, liberación, plenitud y bienestar para nuestra sociedad dentro de ellos, o por el contrario, el relato real no es tan idílico como nos lo han hecho creer y asumir. De manera que lo hacemos, tomando en cuenta los principales parámetros del metarrelato superior que domina nuestra sociedad, el metarrelato del capitalismo, y dentro de él, la república y la democracia como supuestas, léase bien, supuestas, formas de organización de nuestra sociedad. Una república, es una organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos, o el Parlamento, por un periodo determinado, o, por oposición a los gobiernos injustos como la tiranía, forma de gobierno regida por el interés común, la justicia y la igualdad. A su vez la democracia es el sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o mediante representantes, o una forma de sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. https://dle.rae.es/republica. https://dle.rae.es/democracia.
Pero el cuento comienza cuando se nos hace creer, considerar, que la colonización ocurrió hace 500 años, cuando en realidad sigue ocurriendo, tomando en cuenta que la colonización es “la acción de dominar un país o territorio por parte de otro, proceso que puede ser de carácter político, militar, cultural, económico, así como desarrollarse de manera violenta o pacífica”. De manera que nuestro país, según estas definiciones, no es ni una república ni una democracia, sino que sigue siendo una colonia, con formas muy sutiles de dominación, debido a que la violencia ejercida ha sido tan fuerte, incluyendo la desaparición física, que no ha quedado otra opción que la sumisión y la conformidad. Esos colonizadores no solamente llegaron hace 500 años, siguieron llegando a través de los siglos, en busca de riquezas, y últimamente, en búsqueda de oportunidades de trabajo y de negocios. Y vaya que les ha ido bien a los nuevos colonizadores llegados desde los años 1880 a los inicios de la segunda y tercera décadas del 1920-30.
Estos procesos de colonización han traído como consecuencia un profundo sisma social, la diferencia étnico cultural, entre los colonizadores que mayormente son de origen europeo, y las poblaciones locales, cuyo origen es la descendencia de aquellos esclavizados africanos que trajeron los primeros colonizadores, que aún siguen siendo esclavizados por las condiciones en que viven y trabajan, por la discriminación y exclusión en las que se desenvuelven por la falta de condiciones de educación para desarrollar una vida digna, lo cual hace imposible la supuesta y tan cacareada democracia, por más que nos engañen con el cuento del cambio cuando se participa en las mal llamadas elecciones.
Y decía que había que mirar alrededor para ver que el discurso de elecciones, democracia, participación y bienestar no encaja. Mientras la producción del país sigue siendo la exportación de materias primas, el modelo de “desarrollo” económico sigue basado en la mencionada colonización europea, debido a la explotación de los recursos naturales a través de la minería, el turismo esclavizante que paga suelditos a las mucamas y los que entregan toallas o sirven la comida, porque para otra cosa los negros no tienen calidad. Ni qué decir de la situación de la industria azucarera y los sectores que explotan la migración irregular de otra población esclavizada por la colonización europea imperante en la isla, y que llevan a cabo sus jornadas de explotación en las áreas de agropecuaria, construcción, turismo, zonas francas beneficiarias de exenciones fiscales, y demás servicios.
Pero para eso sirve otro cacareo, los llamados Planes Sociales que se forjan en las nuevas relaciones establecidas entre colonizadores y esclavizados entre los siglos XVIII y XIX, años 1700-1800, cuando los esclavizados ya pueden hacer trabajos por cuenta propia y los amos reciben beneficios de aquellos trabajos, lo que convierte la esclavitud en una especie de condescendencia hacia el esclavizado ya dominado por la aceptación de su condición y sumiso en el pingüe beneficio que obtiene. Y así continuarán los jugosos contratos, entre los colonizadores locales y sus papitos que quedaron en las metrópolis, con las mineras, con las empresas de servicios, ahí tenemos el buen ejemplo fresquesito y acabado de empezar a hornear el de la renegociación del contrato de Aerodom con la empresa francesa, cuna de la colonización europea en la parte occidental de nuestra isla. Y si alguien se levanta para cuestionar las situaciones de injusticia, exclusión y falta de oportunidades de las juventudes en los barrios, como lo hizo Carolina, para eso cuentan ellos con la promoción del consumo y comercialización de estupefacientes, con lo cual le quemaron el cerebro a la pobre chica, y hoy anda diciendo incoherencias por doquier, y sus acciones contestatarias y combativas se fueron al carajo.
De esta forma vemos cómo no corresponden los metarrelatos ni del cristianismo, ni del iluminismo ni del capitalismo a nuestra sociedad. Lyotard falleció a los 73 años en el 1998, en plena actividad productiva, iniciando análisis sobre la influencia de la tecnología en sus propuestas de metarrelatos para las ciencias. Con las transformaciones de la tecnología en estos 20 años de su ausencia, poco habría podido aportar al nefasto uso de la tecnología en la alienación de las poblaciones, especialmente jóvenes, con miras a su inutilización, como hicieron con Carolina, y dejar que las mentiras sigan su curso, haciendo creer en “va a llover” a las poblaciones, que el cuento de la mejora en las condiciones de vida por parte de esos ordenamientos sociopolíticos y económicos será la apuesta por un mejor mundo para nosotros. Es tiempo de crear nuestros propios relatos, muy a pesar del peso de nuestra historia y sus fuerzas arrolladoras. La vida continua, y solo estamos a final de año, así que disfruten con cordura de sus fiestas navideñas.
Fuentes consultadas:
Hernández, Paola. (2022, 17 febrero). Metarrelatos: definición y ejemplos de metanarrativa en la modernidad y la posmodernidad. Cinco Noticias https://www.cinconoticias.com/metarrelatos/
https://www.homohominisacrares.net/promocion-libros/ensayo/caida-grandes-relatos-y-ahora-que.php
Vásquez Rocca, Adolfo La Posmodernidad. Nuevo régimen de verdad, violencia metafísica y fin de los metarrelatos Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences, vol. 29, núm. 1, enero-junio, 2011 Euro-Mediterranean University Institute Roma, Italia
https://www.uv.mx/tipmal/files/2016/10/J-F-LYOTARD-LA-CONDICION-POSMODERNA.pdf