Sospecho que Pilarín fue Trinitario, pues su primer sueño fue una república que jamás dependería de ninguna potencia extranjera. Luego soñó (¡Oh, Pilarín!) que todos los ciudadanos, con sus deberes y derechos, serían iguales ante la ley. El tercer sueño de Pilarín fue un Estado democrático, con gobiernos siempre elegidos por el pueblo y sin regímenes tiránicos. Siguió soñando Pilarín que ese Estado sería siempre administrado por políticos y funcionarios honestos…Y ahora Pilarín tiene otro tremendo sueño: una ley que permita quitarles a los corruptos todo lo que se han robado en los últimos veinte años… (¡Sueña, Pilarín!).