La Educación financiera puede tener tanto impacto en el bienestar de una familia, que es incomprensible, que los gobiernos no lo incluyan en los programas de educación. Es vital que, desde jóvenes, los ciudadanos tengan orientación sobre el manejo de las finanzas, su comprensión de los productos financieros, conceptos y riesgos e información que le den las herramientas y la conciencia de los riesgos y oportunidades financieras, para tomar las decisiones adecuadas para su bienestar financiero.

Nuestro país tiene una gran informalidad, y muchos de los emprendedores o propietarios de pequeños negocios, no tienen escuela ni donde acudir a insertarse en programas educativo, por lo que además de la educación financiera en el sistema educativo, deben instalarse programas por parte del gobierno, que llegue a estos adultos que deben tomar decisiones financieras que afectan el resultado de sus operaciones. Estoy plenamente seguro, que estaríamos mejorando la calidad de vida de muchos.

Con una informalidad de un 60%, donde el Estado no tiene acceso ni información del flujo del capital que se mueve, es una situación que afectan las relaciones comerciales e impositivas que impactan a la producción nacional y a la fuerza laboral, pero también a la seguridad social, por la falta de integridad al verse excluido de los beneficios y la financiación del sistema, que por cualquier vía, el Estado se tendrá que encargar del mantenimiento en la edad de retiro, sin haber hecho las contribuciones a los fondos ni al ahorro nacional.

Con una buena educación financiera, podríamos lograr muchas cosas que no tenemos actualmente y son necesaria para seguir impulsando el desarrollo y garantizar una sociedad de mejor inclusión social:

1,-Fomento de la cultura preventiva y de ahorro a largo y corto plazo.

2.-Presencia en todas las etapas de la vida, empezando en los primeros años de la escuela.

3.-Accesibilidad a todos los grupos sociales, con interés en los pequeños y medianos empresarios. Y fomento a la economía de inclusión financiera y social.

4.-Diseño de programas por niveles educativos y sectoriales y grupo, según sus necesidades y utilidad de herramientas que le sirva en sus afanes diario.

5.-Acceso a financiamiento para los sectores productivos acompañado de asesoría en la toma decisiones como el programa de Banca Solidaria o el sector cooperativo de ahorros y créditos, protegiéndolo de la usura.

Una herramienta bastante importante, y que no tenemos conciencia ni buena impresión sobre ella es la del seguro. Es un producto transversal del sistema financiero y de la seguridad social y de salud. Sirve de garantía a las inversiones y el empleo, a la salud y al ahorro para nuestra pensión. O sea, la prevención a través de los seguros nos garantiza un final feliz, de lo que nos hemos pasado buen tiempo y estaremos escribiendo sobre el tema en este y otros espacios.