Ahora en este país parte de la cultura femenina (ojalá lo enseñen en las escuelas) debe incluir ineludiblemente conocer la técnica del aborto en todas sus variantes o contar con alguien de confianza, sea o no médico o curandero, diestro en la materia (y que sea discreto), que proceda con destreza y al menor costo posible cuando el embarazo 1) Represente un riesgo para su vida, 2) Sea fruto de una violación o incesto, o 3) Existan malformaciones fetales incompatibles con la vida…(Las famosas tres causales que el Congreso Nacional, pese al amplio clamor público, se ha negado a incluir en el Código Penal, como muchísimos países lo han hecho).