Está escrito en la mano,
en la cabeza, en el pie derecho,
en la memoria y las memorias,
en diez mil poemas, en el cuaderno
del amigo, en la bandeja de entrada
del poeta famoso que me aconseja,
ante el espejo, en las lágrimas
cayendo de los ojos brillantes,
los labios sonrientes, felices
y fuertes, y no s
para la eternidad me propongo
una apuesta: mi casa,
mis poemas inéditos,
mi primera edición de Aullido