En esta semana he tenido la fortuna de participar en el evento del Diálogo de Tambores, donde se llevó a cabo el panel “Aportes de la afrodescendencia a la cultura dominicana”, con la participación de importantes especialistas en el área de estudios de la historia y el devenir sociocultural de las poblaciones afrodescendientes en nuestro país, como Raymundo González, Josefina Stubbs y Silvio Torres Saillant. Los panelistas expusieron datos curiosos, como que la tradición del asado de puerco en puya procede de las formas de subsistencia de los esclavizados alzados que vivían de la caza de animales cimarrones, como el cerdo, costumbre que, modificada, ha llegado hasta nuestros días sin que seguramente muchos conozcan, como yo, su verdadero origen. La mención a esta actividad se debe a la importancia y a la relevancia de estos temas y a la necesidad de que los diferentes actores y grupos sociales, institucionales y académicos, aúnen esfuerzos para conseguir mayor influencia, valoración y participación en el tema, con la principalía que merece, con el objetivo de profundizar la democratización de nuestra sociedad. Toda vez que estemos hablando, como lo haremos hoy, de las relaciones interétnicas, esta vez las africanas, para que lleguemos, al final, a las dominicanas.
Al hacer alusión a los grupos étnicos africanos y continuar investigando, me he dado cuenta de que me he metido, como dicen, “en camisa de once varas”. Pero el resultado es muy positivo. Porque hemos descubierto, ustedes y yo, que no son una ni 2 ni 10, las etnias africanas. Son muchos grupos culturales humanos que se han desarrollado en ese inmenso continente desde hace miles, trescientos, doscientos mil años de historia y evolución (esto para no hablar de los millones de años, para que no digan que confundo el Australoppithecus afaerensis con el género Homo, siendo la diferencia más estética que otra cosa). En fin, que son muchas las etnias, y pueden encontrar un listado en esta página: https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Etnias_de_%C3%81frica
También tenemos otra lista de etnias africana en esta otra página, https://www.ecologiaverde.com/16-tribus-africanas-nombres-significados-y-costumbres-2422.html, con especificaciones sobre su ubicación geográfica en los países de residencia mayoritaria, y por supuesto, listadas según la cantidad de población en ellas incluidas. Se describe allí interesantes datos sobre como las poblaciones africanas vivían en armonía con la naturaleza, utilizando los recursos y las herramientas que obtenían para la construcción de sus viviendas, para las actividades de cacería, la confección de máscaras con que acompañaban sus rituales. Curioso dato sobre la etnia Himba que vive al norte de Namibia: se reconocen por el característico color rojizo de sus pieles que pintan y decoran sus cuerpos. Preparando una mezcla a modo de crema con ocre, hierbas naturales locales y manteca consiguen la limpieza de su piel y la protección de los fuertes rayos solares. El nombre de “himba” significa mendigo, y hace referencia al humilde estilo de vida en el que conservan las mismas costumbres y oficios como criadores de ganados que desarrollan hace miles de años.
Otras etnias a las que se hace mención en este último listado es a la tribu de los Daasanach, “famosa por sus artísticas y originales decoraciones hechas con materiales reciclados”. En esta tribu conviven exiliados de numerosas y diferentes tribus etíopes vecinas que habitan en el Valle del río Omo y el Valle Turkana. Si recordamos nuestros artículos referidos a Etiopia y el origen del hombre, veremos que se trata del mismo lugar, que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Su nombre significa “pueblo del delta” y se dedican a la agricultura y a la confección de decoraciones para el cabello y sus vestimentas con materiales metálicos desechados.
Otra tribu muy interesante y reconocida a nivel mundial que no hemos mencionado es la de los Masai, que cuenta con 883000 habitantes, ubicados en África oriental, específicamente en Kenia meridional y Tanzania septentrional. Son pueblos que hablan una lengua nilótica, el Maa, así como también el suajili y la lengua de los colonizadores, el inglés. En su lengua, el nombre de su tribu significa “no quiero pedir”, lo que se ha vinculado a su estilo de vida armonioso con la naturaleza, con cuyos elementos sostienen sus formas de vida. Son tribus nómadas, dedicadas al pastoreo de ganados bovinos, ovejas y cabras, alrededor de los cuales desarrollan su riqueza económica. Viven en asentamientos llamados “boma” o “enkai”, que circundan sus casas y los espacios de los rebaños. Sus casas son construidas con estiércol de vaca, barro y paja, formando círculos de cabañas hechas de ramas y rodeadas de paja.
Sus formas de vida se encuentran organizadas por su relación con los rebaños y sus migraciones para la cacería, regidos por la salida y la puesta del sol y las estaciones. Están organizados en cinco clanes y sus principales productos de subsistencia son la mantequilla, carne de cabras y antílopes, leche de vaca y sangre de animales. La sangre de buey es mezclada con leche y se usa como medicina y la usan por el cansancio y para aliviar el agotamiento. En su estructura social cada individuo aporta con su trabajo: los niños vigilan el ganado, las mujeres ordeñan los animales y limpian las casas y el campamento y cambian el revestimiento de las casas cuando el efecto del sol los agrieta. El Laibón es el profeta intermediario entre la divinidad Ngai y el pueblo Masai. El Laibón actúa como juez, preside las ceremonias, asegura la fertilidad, autoriza las guerras y atrae las lluvias. La fortaleza de sus creencias en Ngai como dios es por su poder para provocar las lluvias. No realizan enterramientos, las personas fallecidas son dejadas a los carroñeros, a excepción de las personas importantes y los Laibón que son enterrados bajo piedras con su cara mirando hacia su casa. Los enfermos terminales no pueden morir dentro de las casas, bajo la idea de que quedan contaminadas, así que la persona es llevada fuera para morir y servir de alimento a los carroñeros. No se habla de los fallecidos y para referirse a ellos solo se menciona un apodo. https://es.wikipedia.org/wiki/Mas%C3%A1i. Los masai cuentan con interesantes rituales, especialmente los de iniciación, formando grupos de circuncisión derecha y circuncisión izquierda y donde se sacrifica un buey. Estuvo incluida la caza del león, que tuvo que ser eliminada debido a la disminución de la población de estos animales por la depredación europea. Las muchachas se adornan con collares, pulseras y pendientes de perlas de colores hechos por ellas mismas en el tiempo de ocio, así como también en las orejas se adornan con tapones de corcho, colmillos de animales u otros objetos.
No quiero salir del tema étnico e interétnico sin antes aclarar que algunas de las denominaciones que he descrito, también corresponden a familias etnolingüísticas, aspecto de vital importancia para el conocimiento de África y sus diferentes culturas y poblaciones, especialmente para saber cómo nos ha influido. Ya ven que los masáis construyen sus casas de argamasa de barro y estiércol igual como se hace en nuestro sur profundo. Y entonces aquí me gustaría describir algo sobre la especificación de un pueblo ya mencionado, los Nama, que proceden de poblaciones paleonegríticas Khoisan que incluyen a los pigmeos, bosquimanos y hotentotes, habitantes del sur de África desde los tiempos prehistóricos. Los khoisan son un grupo poblacional en el sentido cultural, étnico, lingüístico y genético que viene de la unión del Khoi y el San, que culturalmente se dividen en San, los bosquimanos, dedicados a la caza y la recolección, y en Khoi, los hotentotes, dedicados al pastoreo. Los khoisan también conforman uno de los dos grandes grupos en que se divide el África subsahariana en contraposición a los pueblos mayoritariamente nígero-congoleños, como los bantúes, que tienen diferencias lingüísticas y físicas significativas. Estas diferencias entre poblaciones, no solo africanas sino con el resto del mundo están avaladas por estudios genéticos hechos a la población africana por la genetista Sarah Tishkoff, de la Universidad de Pensilvania, que sugiere que la población khoisan son el linaje humano con el ADN más antiguo debido a una posible fractura genética ocasionada por condiciones áridas que llevarían a una escisión entre los humanos del este y del sur del continente, provocado por fuertes sequías en el África oriental entre los 135000 y los 90000 años atrás, que pudieron provocar la extinción de la especie humana. Este se considera el periodo más largo de separación entre dos poblaciones humanas modernas que quedan aisladas una de la otra.
De esta forma, los Khoisan como herederos de la cultura sangoense se desarrollaron en África central desde hace 130000 años, expandiéndose hacia el sur hacia los 100000 años, siendo los primeros “sapiens” en ocupar el sur de África. Las pinturas rupestres de hace 25000 años y los tallados en roca de hace 10000 años evidencian su presencia incluso luego de la invasión bantú que los fueron desplazando desde hace 2000 años llegando desde el noroeste, asentándose en el desierto del Kalahari y desarrollando el pastoreo como forma de vida.
Bibliografía consultada:
https://blog.taranna.com/diez-etnias-casi-intacta-cultura-ancestral-africa/
https://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:Etnias_de_%C3%81frica
https://ayudaenaccion.org/blog/ayuda-humanitaria/tribus-de-africa/
https://www.ecologiaverde.com/16-tribus-africanas-nombres-significados-y-costumbres-2422.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Lemba_(tribu)
https://es.wikipedia.org/wiki/Mas%C3%A1i
https://es.wikipedia.org/wiki/Jois%C3%A1n