Los últimos resultados de la prueba PISA 2022, que mostraron una tendencia ascendente en todos los indicadores con respecto al año 2018, evidencian que pon fin se rompió la inercia que ha padecido históricamente el sistema educativo dominicano. Y es que la pandemia de la  COVID 19, si bien representó un enorme reto para para todos los actores de la educación, también contribuyó a generar nuevas competencias en docentes y alumnos.

La inclusión de nuevas estrategias de enseñanza en formato digital conllevó intensas jornadas de formación para el personal docente, así como un mayor acceso a medios digitales, tanto para maestros y maestras, como también para el alumnado. Estos procesos organizados a nivel central, también dejaron importantes aprendizajes sobre los principales nudos que padece el sistema educativo dominicano, a partir de los cuales se están tomando decisiones que harán la diferencia en términos de la calidad de la enseñanza.

A sabiendas de que el sistema educativo es una mesa de tres patas, conformada por el Ministerio de Educación, MINERD,  el Instituto de Formación Técnico Profesional, INFOTEP y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, MESCYT, este último está incluyendo cambios en la carrera de educación para todas las universidades que la impartan. Entre estos está la homogeneización del contenido curricular, de forma que todas las licenciaturas garanticen las competencias básicas requeridas. Para asegurar que solo los mejores estudiantes accedan a la Licenciatura en educación se incluirá una prueba de admisión para la carrera de educación.

Mientras, el MINERD puso en marcha el Sistema de Monitoreo de la Administración Pública (SISMAP Educación), para dar seguimiento a los centros educativos de los niveles primario y secundario por medio de una plataforma web. Esta herramienta permitirá a padres, madres y comunidad en general, dar seguimiento en tiempo oportuno al avance de los niños y niñas en los centros educativos.

Lo anterior posibilitará vincular los beneficios que recibe el personal docente, más allá de los salarios, a los resultados obtenidos en los centros educativos. Es así que, la posibilidad de obtener un bono adicional por parte del personal técnico de las regionales, distritos educativos, direcciones centros escolares, maestros y maestras dependerá de los niveles de aprendizaje de nuestros estudiantes.

Sin dudas, hay otros temas pendientes que deberán ser abordados en aras de garantizar el mejor clima posible en nuestros centros escolares. Entre éstos está la necesidad de sacar de las escuelas los conflictos laborales, de modo que los mismos sean ventilados en instancias neutrales, que garanticen los derechos del personal involucrado, sin que dicho proceso afecte el trabajo en las aulas. Con esto se evitarían suspensiones de docencia innecesarias por temas laborales.

Finalmente, la sociedad dominicana debe seguir acompañando la educación de la presente y futuras generaciones, monitoreando y denunciando a tiempo; asimismo, la gestión del sistema educativo debe ser cada vez más abierta de forma que los cambios necesarios se produzcan a tiempo. Solo así lograremos que la educación sea el principal motor del desarrollo de la República Dominicana.