Todos celebramos con alegría cada mes el crecimiento de la llegada de más turistas al país, convirtiéndose ya el hecho, en una feliz sorpresa adivinada. Por lo tanto, la preocupación de todos debe concentrarse en conservar la fuente que provoca tan agradable cosecha.
El turismo constituye actualmente la base de la economía de nuestro país. El pasado año 2023, llegaron al país 8,058,671 turistas internacionales por vía aérea, y 2,258,941 excursionistas más por vía marítima. Un total de 10,317,612 visitantes extranjeros, que aportaron US$9,751 millones de dólares a nuestra economía, representando esto cerca de un 15% del PIB, según datos oficiales del Banco Central de República Dominicana.
Estos datos oficiales reflejan la importancia y el impacto del turismo como actividad social y económica para el país. Como consecuencia de esta realidad, se reflejó de igual manera a finales del 2023 un aumento en la generación de empleos en este sector, creando un total de 386,226 puestos de trabajo, de los cuales 109,999 eran directos y 276,227 indirectos.
El aumento de la disponibilidad de habitaciones hoteleras evidencia de igual manera un crecimiento conteste al éxito que exhibe el sector. Al finalizar el mes de marzo de este año, nuestro país contaba ya con 88,341 habitaciones hoteleras. Esto nos convierte en el destino turístico de mayor crecimiento de todo el Caribe y Latinoamérica.
De igual manera, las estadísticas ofrecidas por la Organización de Turismo del Caribe (CTO, por sus siglas en inglés), en su último reporte del 2024, confirman que el país exhibe una notable ventaja comparativa en Centroamérica y el Caribe, donde se encuentran los más cercanos competidores, al ser nuestro país el de mayor recepción de visitantes.
Sin embargo, es necesario que además de infraestructuras hoteleras de primera categoría, el nivel de servicios vaya acorde al crecimiento y a los avances que ha tenido el sector en los últimos años, por lo que, para asegurar la calidad de la oferta turística nacional, es imprescindible contar con la disponibilidad de capital humano formado a la altura de las necesidades que exige el sector turístico y de los requerimientos que demanda el cada vez más exigente turista actual.
El turismo del país en los últimos años ha logrado diversificar su oferta y ha pasado de ser un destino de sol y playa, concentrado tan solo en turismo de masas, a ser un destino que ofrece una oferta más exclusiva y variada con altos estándares, recibiendo a su vez turistas más exigentes cuyas expectativas de servicio sobrepasan el nivel ofrecido actualmente en el país. Por lo tanto, se impone la calidad en el servicio y es necesario adaptar la oferta existente a la demanda de los mercados emisores de turistas actuales.
Son muchos los esfuerzos realizados por el sector privado representado en las principales asociaciones hoteleras del país y clústeres turísticos regionales; sin embargo, como consecuencia del acelerado crecimiento que ha presentado el turismo, ha constituido un verdadero reto el poder ofrecer la capacitación técnica y académica acorde a la demanda actual que necesita el sector, en vista de que la oferta académica existente (sobre todo técnica) no logra suplir la demanda y mucho menos logra llenar las expectativas del nivel de calidad requeridos por el turista que visita actualmente el país.
El gobierno, a través del Instituto de Formación Técnica Profesional (INFOTEP), ofrece programas orientados al sector, algunos son programas fijos y otros son a requerimiento de los empleadores. Las áreas de formación incluyen: alojamiento, gastronomía, camareros, bartenders, ama de llaves, entre otros. Sin embargo, los requerimientos del sector sobrepasan por mucho a lo que puede ofrecer en la actualidad el instituto.
Al ser consultados los principales propietarios y gerentes hoteleros sobre su mayor necesidad de capital humano, responden exaltados al unísono: ¡necesitamos plomeros, técnicos de refrigeración, ama de llaves, camareros, bartenders, y sobre todo personal que domine el idioma inglés!.
A 30 años de desarrollo del sector turismo sorprende la necesidad imperante de que el personal domine el inglés. A estas alturas, en nuestro país todo el que trabaje en el sector debería de dominar varios idiomas, pero sobre todo el inglés, y no tan solo el inglés básico, es necesario que nuestros turistas, que vienen a hoteles de lujo, puedan recibir la asistencia necesaria a la altura de lo que están pagando.
En los últimos dos años hemos visto con entusiasmo el anuncio de interesantes proyectos que vendrían a solucionar el problema expuesto, no obstante, la necesidad es cada día mayor y urge una solución.