Al celebrarse 246 años de la fundación de la ciudad de San Francisco de Macorís, el pasado 20 de septiembre y observando desde lo más alto de la Loma Quita Espuela, reserva científica llamada madre de ríos, podemos observar, cuánto ha crecido esta urbe hacia los cuatro puntos cardinales, pero principalmente hacia el norte y hacia el sur.
Si se marca en el mapa lo que era la ciudad de San Francisco, conocida también como Ciudad del Jaya, por no ir muy lejos hace 50 años, se observa que para ese entonces era una minúscula porción de terreno comparado con lo que es en la actualidad. Es ese pueblo denominado hace algunas décadas como la capital del Nordeste, tanto desde el punto de vista urbanístico, comercial, de servicios financieros, salud y educación, tanto a nivel preuniversitario como universitario ha experimentado una expansión sorprendente.
Un elemento que debemos incluir en esta descripción es la acelerada migración del campo a la ciudad, que propició el aceleramiento en la creación de nuevos barrios
La evidencia más notoria de expansión, además de la gran cantidad de urbanizaciones y barrios, que se han ido formando durante décadas, las empresas comerciales, llámese almacenes de provisiones, supermercados y tiendas, ya no solo se encuentran ubicadas en el centro de la ciudad, siendo mayor el número de empresas de esa naturaleza que se encuentran fuera del casco urbano y en la actualidad se están instalando nuevas empresas. Es sorprendente la cantidad de supermercados, agencias de vehículos y plazas comerciales, que se han ido desarrollando hacia la parte sur de la ciudad en la zona que se denomina la salida a Santo Domingo.
Este crecimiento de la ciudad ha sido impulsado principalmente, en principio, por las actividades productivas agrícolas sobre todo café, cacao, arroz y frutos menores, combinado con el crecimiento de la actividad comercial y de servicios; también un elemento de impulso de este proceso es el desplazamiento de habitantes de los diversos pueblos y zonas aledañas de la Región Nordeste, a realizar transacciones comerciales, así como acudir a recibir servicios de salud, educación.
Se puede observar la gran cantidad de personas provenientes desde Salcedo, Tenares, Las Guáranas, Cotuí, Pimentel, Castillo, Villa Riva, Arenoso, Nagua y Rio San Juan, que con frecuencia acuden a los almacenes al por mayor, supermercados, agencias de vehículos, ferreterías, centros de salud, universidades, lo que a su vez impulsa el aceleramiento del crecimiento económico y urbanístico de la ciudad del Jaya.
Un elemento que también en las últimas cuatro décadas, ha influido de forma determinante en el crecimiento urbanístico y comercial de San Francisco son las remesas de los dominicanos en el exterior, siendo la provincia Duarte la cuarta en recibir más remesas de las 32 provincias del país.
A pesar de este crecimiento de la ciudad, desde el punto de vista de la vivienda y empresarial, históricamente no ha habido una respuesta adecuada desde el sector público de acuerdo con la creciente demanda de obras y servicios públicos en correspondencia con el crecimiento. Sobre todo, desde el punto de vista de calles, avenidas, aceras, contenes, agua potable, electrificación, pese a que desde la década de los años setenta ha llevado a prolongadas jornadas de protestas.
Recientemente, en los movimientos de protestas se ha venido enarbolando las demandas de la avenida Circunvalación en dirección al este y oeste de la ciudad, así como el Hospital Regional San Vicente de Paul, arreglo de calles de barrios y urbanizaciones, resolver el problema de escasez de agua y el problema que afecta a todo el país y que ha retornado con fuerza los apagones en la energía eléctrica.
En este 246 aniversario los hijos del Jaya reclamamos que el gobierno actual entienda que San Francisco de Macorís ya es una gran urbe y que se debe dar respuesta adecuada y urgente a las demandas planteadas, para resolver los problemas viales, de infraestructuras y de servicios públicos a la altura de esta gran ciudad del nordeste.