En un momento de cambio acelerado, se vuelve necesario reflexionar acerca de los desafíos y beneficios de la inteligencia artificial en la educación, así como del rol de los docentes para gestionar el ChatGPT y otras tecnologías digitales. De ahí que en la actualidad, nadie podría negar que la tecnología está transformando las aulas y el futuro de la educación es cada vez más prometedor. El aprendizaje personalizado, la realidad virtual y aumentada, la colaboración en línea y la inteligencia artificial son algunas de las formas en que la tecnología está revolucionando la educación.   Pensar y diseñar procesos educativos, con el apoyo de las herramientas de la inteligencia artificial, permitirá llegar a más estudiantes, con propuestas más ajustadas a sus niveles e intereses, reforzando la motivación y el compromiso en las experiencias de aprendizaje. Asimismo, desde hace décadas, el desarrollo acelerado de las tecnologías digitales en general y de la inteligencia artificial ha generado importantes desafíos para la educación (Martín Rebour, 2022).

Respecto a la educación regional, el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, expresa: “La educación en América Latina y el Caribe tiene una calificación reprobatoria.  De cara a la mayor crisis en un siglo, los compromisos de mejora a la mayor crisis deben hacerse realidad urgentemente para que los niños tengan el futuro que merecen”.

Según Carlos Felipe Jaramillo (2024), esta crisis puede ilustrarse con nuevos datos que profundizan en su comprensión. Por ejemplo, las reconocidas Pruebas Pisas que aplica la OCDE, encuestó a estudiantes de quince años de 14 países de América Latina y el Caribe (ALC). Los resultados muestran lo que los adolescentes saben y pueden hacer en matemática, lectura y ciencias. Las conclusiones son las siguientes:

En primer lugar, los alumnos de 15 años de la mayoría de los países de ALC se enfrenta a una profunda crisis de aprendizaje, que afecta sobre todo a los estudiantes de comunidades vulnerables. En promedio, el 75% de los alumnos está por debajo del nivel básico de competencia en matemática y 55% está por debajo en lectura.

En segundo lugar, existe una gran brecha en los resultados de aprendizaje entre los estudiantes de la OCDE y los de ALC. El déficit en matemática equivale a 5 años de escolarización, si se compara la media de los alumnos de ALC y los de la OCDE.

En tercer lugar, los resultados del aprendizaje se están moviendo en la dirección equivocada porque hay aumento del bajo rendimiento. Esto es particularmente evidente en matemática, cuando se compara con la encuesta PISA de 2018.

En cuarto lugar, no podemos culpar de todo a la pandemia. Los nuevos datos de PISA reflejan cambios en el rendimiento desde aproximadamente un año antes de la pandemia de 2020. También podría pintar un cuadro positivo de las pérdidas de aprendizaje causadas por la pandemia. Los estudiantes de PISA de 2022 tenían 13 años cuando cerraron las escuelas, y probablemente estaban más familiarizados con la tecnología y eran más capaces de aprender de forma independiente.

La región de ALC se enfrenta a enormes retos con su crisis en la educación. Pero esta crisis puede superarse aumentando el impacto y la escala de cómo se aborde. Se le debe a nuestros niños de hoy y a las próximas generaciones. Trabajemos juntos para darles un futuro mejor.