Reinventarnos y adaptarnos para una sociedad más sostenible

“Tres pasiones simples, pero abrumadoramente poderosas, han gobernado mi vida: el deseo intenso de amor, la búsqueda del conocimiento, y una compasión insuperable por el sufrimiento de la humanidad”. (Bertrand Russell).

Hay una necesidad inexcusable, impostergable, que la sociedad dominicana tiene, no como opción sino como obligación, de reinventarse, con una nueva dinámica de adaptación a los escenarios del Siglo XXI. La no asunción de la reinvención coadyuvará a una hiperdisrupción.

Pasamos la página de las elecciones, donde hay que subrayar que somos el país con la mayor subordinación de la política a los intereses del mercado. Los intereses corporativos permean las agendas. Las pruebas: los tres candidatos de las casillas 1, 2 y 3 y en las encuestas acudieron a:

1. La Cámara Americana.
2. La Asociación de Industrias de la República Dominicana.
3. La Asociación de Industrias de Santiago.
4. Consejo Nacional de Empresas Privadas.
5. Los Empresarios de Herrera.
6. Asociación de Empresas de Inversión Extranjera.
7. Grupo CORRIPIO, todos sus medios.
8. Listín Diario, cuyo presidente es Manuel Corripio y hay varios accionistas empresarios.
9. Grupo CDN, de los empresarios Manuel Estrella y Félix García.
10. Debate Presidencial, organizado por los jóvenes empresarios de ANJE.

Es la dimensión más ostensible de una democracia fuertemente verticalista en la expresión del poder. La autonomía política cada día es menos relativizada. Aquí, la concepción marxiana de la relación entre la infraestructura y la superestructura, la primera es sencillamente determinante, no en última instancia. Las elecciones nos han dicho, sobre todo a los ganadores, que tienen la oportunidad de conducir las reformas, que no hay excusas para seguir procrastinando las mismas.

Si hay algo como un axioma es que la ciencia siempre organiza las acciones y decisiones de la humanidad, sobre todo en los últimos 100 años. Aquí, la política y los políticos no organizan las recomendaciones de la ciencia. Las ciencias sociales nos dicen de la necesidad urgente de acometer cambios de amplios calados en nuestra formación social. Realmente es penoso encontrarnos con casi 4 países en un mismo territorio, en apenas 48,442 km., con agendas de necesidades de dimensiones diferenciadoras aplastantes.

Una sociedad donde:

-1% de los que trabajan ganan menos de RD$54,000.00.

-Solo un 9.2% ganan entre RD$54,000.00 y RD$132,000.00.

-Un 2.0% ostenta un sueldo/salario que va más allá de RD$133,000.00.

-30% de la población dominicana no tiene acceso a agua potable, vía institucional.

-12% de la población dominicana realiza sus necesidades fisiológicas en letrinas.

-El 22% de los embarazos son niñas y adolescentes, de los más altos en el mundo.

-Una mortalidad materna y neonatal equivalente a un país de África: 108/100,000 y 19/1000, cuando en Costa Rica es 67 y 8, respectivamente.

-Un mercado laboral informal que nos deja una tristeza inaudita: 57%. Las consecuencias sociales que se derivan son dantescas: sin seguridad social y una protección social que en los ojos solo brilla la ausencia de esperanza y de futuro sin existencia.

El 19 de mayo se reflejó en las urnas lo que decían las firmas encuestadoras más acreditadas porque, a decir verdad, no usamos el conocimiento para escudriñar la realidad y transformarla. El enanismo espiritual y la concepción de ratón nos invaden y, porque además la mayoría de los actores políticos no tienen otra causa que ellos mismos y se ven fácilmente seducidos por la idea de servirse y no por la de servir.

Encuestas Elecciones Presidenciales 2024

Elaboración propia. *Semana del 6 al 10 de mayo

Despertamos hoy 20 de mayo con un concierto diferente. Atrás debemos de dejar dos años permanentes de campaña y de violaciones sempiternas a las leyes 33-18 y 20-23 (Partidos Políticos y Régimen Electoral). El mismo jueves 16, el partido Fuerza del Pueblo pagó portadas falsas para difundir y publicar una encuesta. Eso está prohibido según la Ley 20-23 en su artículo 216 que reza “Durante los ocho días anteriores al de la votación, queda prohibida la publicación y difusión de sondeos o encuestas electorales”.

El día de ayer debe significar el camino de la institucionalidad, del poder institucional, de la construcción de un Estado social democrático de derecho que conjugue la mezcla de una sociedad sin el lastre de la Edad Media. Reinventar la sociedad, en un nuevo proceso de adaptación vital, nos llama a dejar en el pretérito la vergüenza de las tres causales: de 195 países en las Naciones Unidas solo El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana llevan ese peso histórico ominoso sobre sus hombros. Argentina aprobó las tres causales hace 102 años. Por lo tanto, estas elecciones de ayer llaman a un Estado más moderno, a un Estado con respeto a los derechos humanos y sociales.

Ayer el pueblo dominicano habló y lo hizo como siempre, de manera muy cívica y se expresó tal y como lo señalaban estudios de opinión. Las encuestas decían a unanimidad los problemas del país: costo de la vida-inflación, delincuencia, desempleo. Sin embargo, se decidieron por el Presidente, lo que refleja una clara crisis de liderazgo en la oposición, y, con ello, nada de confianza, de tal manera que los de la oposición tenían la tasa de rechazo más alta. Liderazgo no significa tener las condiciones meramente personales, implica, como elemento esencial de interactuación, que los seguidores sientan y perciban tus cualidades Por ello, el liderazgo es histórico, contextual, lo que ayer fue, no necesariamente lo es hoy. Esboza actitud, aptitud, compromiso y apertura en un espacio de horizontalidad. Es el alcance para los demás, no significa un objetivo individual en sí mismo. Es crear valor para otros seres humanos.

Estamos en presencia de una crisis civilizatoria, de una nueva emergencia societal planetaria, donde la política tendrá sentido como nunca antes. Nos encontramos en nuestro país, a partir de los resultados, frente a una nueva reconfiguración política partidaria y el ocaso de la partitocracia política que desde 1990 gravita en la sociedad política. Como nos decía Hannah Arendt “En política debemos diferenciar entre fin, meta y sentido. El sentido de una cosa, a diferencia del fin, está siempre encerrado en ella misma y el sentido de una actividad solo puede mantenerse mientras dure esta actividad. Esto es válido para todas las actividades, también para la acción, persigan o no un fin…”. Es la gran oportunidad de empujar hacia una sociedad mejor, más sostenible en su desarrollo y para ello se requiere más creatividad, más innovación en el mundo de la solidaridad y cooperación.