Señores, hay cosas que suceden que llenan rebosantemente el sentido de pertenencia y el alma de alegría. El pasado martes 12 de lo corriente, la noticia cundió los medios de difusión nacional dando cuenta que la Junta Central reconoció a dos delegados políticos de sendos partidos. Uno del PRSC y otro del PQDC, recayendo tal distinción en dos seres humanos excepcionales: Tácito Perdomo y Thania Báez.

Ese hecho constituye un hito en la historia de la JCE, que yo recuerde, desde el 1923, cuando se crea el órgano electoral, nunca se había hecho. Lo cual para mi corre el telón de la gratitud y evoca, como dijera Martí, honrar honra. Y diría el poeta. Dos en uno., todos en dos.

El primero, por ponerle un lugar en este desahogo emocional, es Tácito. De quien  digo, nació con el cerrojo abierto de la libertad. Un pedazo de gloria viviente. Un muñón de patria. Un trozo de revolución pendiente. Un delegado mutado de las grandes luchas de las trincheras del honor. Y así lo atestiguan los gatillos de la sinrazón de las vendas transparentes que muchas veces lo vistió de palmero. Otras veces interceptor de la paz y muralla en defensa de sus compañeros. De Tácito la historia dijo, eres mío. Tus huellas así lo dicen. Y lo cuenta el siguiente pasaje: " (…), Es un activo sin treguas de las luchas patrióticas, por eso, no resulta raro encomendarles tareas de la salvación de la propia patria… ahora Tácito, tu gesta, vestida de democracia. ¡Loor, por mí, por lo que he visto, por lo que ha dicho tu historia, y por este galardón. ! Súbelo Tácito, exhíbelo, que sería exponer al mundo que en ti puede más la prudencia-sin transigir- que la sinrazón. Y por siempre aunque no lo veas tú, siempre será modelo de tu decano afán de vocero de la verdad.

Por eso hoy digo, la justicia, aun tardía es un acto de grandeza. Tácito, recibe de mi lo que nunca he podido tener callado, eres la esencia reformadora de la misión de los delegados. Eres la plataforma en que descansa la libertad de la libertad de expresión, pero siempre con verdades sin clavos por si tuviera que tragarlas. Sencillamente, nosotros diríamos, la Junta nos cogió adelante, aunque no fuera escrita en tarja, creo que todo el sistema de partidos políticos, tiene que estar replicando de forma alborozada un reconocimiento que le pone nombre masculino a la democracia. ¡Tácito Perdomo!

Y la otra persona, Thania Báez, sería que habría nacido un meridiano candente de sol radiante. Guerrera de las palabras. Aquella que convierte los tableteos de los plomos con recias imágenes disuasivas y que más valen crudas verdades que las hipócritas mentiras.  Yo, le conocí bajando el pulpito o pódium donde postulan los delegados sus advientos, y sin mentirles, impresionado quedé,  de la forma titánica que defendía su PQDC.

¡Qué activo se gasta la patria! ¡Qué ferviente demócrata, qué, las guerras políticas las convierte en catarsis. Y yo dije, sería un miércoles 22 de noviembre del año 2023 después de Cristo, ¡Thania, desde este espacio te doy ramilletes de gratitudes. Hoy me ensañaste a deslumbrar tu mejor versión de ti. Y dije, que aprendía de ti, tu gran capacidad de adaptarte al cambio, oras guerrera del trueno semántico, ora guerrera de la paz. Ora corazón abierto de par en par. Y recuerda, con mi manual del delegado en mi mano izquierda, en señal de las palpitaciones de mi gratitud, al subirlo tipo la hoz que trilla la verdad, os dije, el sol radiante de la plenitud, brilla más cerca de ti, que es el resplandor de una votiva luz.

Thania, no brinques para alcanzarlo, ya tiene la gloria en tus manos. Tienes hijos, tienes nietos, tienes nombre, tienes esperanza, y sobretodo, tienes lealtad. Así que, si algún día flaqueas por tu legado no ver, no te apures, que en tu alma lo llevas sin darte cuentas que en tus obras andas con él.    Y más, si dije una vez que la Junta está junta, no refería únicamente que su pleno entre si lo esté. Dije además, que ha estar palmo a palmo con la democracia. Y esta misma son sus gentes.

Por tal, cuando te vi subiendo al pódium, iba esplendorosa y rozagante, iba henchida de emoción, iba como camino al deber cumplido por tu sagrada misión. Y yo digo, porque debo colofonar, ¡Viva la gratitud!. Y máximamente, a quienes creíamos que habíamos hecho llorar.  ¡Sinceramente, depongo actitud, la vida no termina hasta que ella esté viva.

Tácito y Thania, nosotros los simples congéneres nos inclinamos ante ustedes. Guarden esas estatuillas. Sabemos que de sobra tienen. Estas en especial, guárdenlas para mostrar a la posteridad, que quienes siembran, frutos obtienen.  Y más, si es cierto que 20 años no es nada, son ustedes, que en cien años, cosechan el fruto de la intervinculación, de ganar-ganar.

Con este gesto, se le vio el rostro a la gratitud, pero también se vio el fruto de la perseverancia, la virtud de no matar a los postulantes de la verdad, porque esta como el corcho, aunque enojosa e impulsiva, siempre emerge, y tiende a embrillecer a quien la expresa. -dijo el poeta- Y creo que todo está dicho, lo que creo que resta es felicitar la decisión del Pleno de la Junta Central Electoral, presidido por el Magistrado Román Jáquez Liranzo, por reconocer que todos los actores de la democracia son piezas claves para esta. Y la matrícula de delegados de los partidos políticos, en estos dos paladines, evidencia que todas las contrapartes, y máxime las partes-órganos-, de un sistema han de interactuar cada uno cumpliendo la misión de mantener vivo el cuerpo que componen.

Por lo tanto, un gesto aparentemente sencillo, evoca una gran manifestación de arraigo trascendental. Así que, con estos dos gladiadores de la democracia, al tiempo que se inicia una historia de mayor armonía, comprendiendo en primer orden, como dijo el patricio Juan Pablo Duarte, ¡Ser justo es lo primero!. Así que en estas mis palabras quede registrado en los anales de la historia, un acto grandioso. Enhorabuena.