X
—Hush der dem…
Voluptuoso, sincopado, incesante,
se pierde en el aliento estallante; los vahídos
de la danza como el zat sufí en sello de sus manos
también danzante, recorriéndome, recorriéndonos…
untada de la flauta misteriosa en círculos
embriagado como rítmico fruto límpido y el éxtasis.
Unio intuitiva aterradora de la iluminación fugaz,
perenne y altiva del ser en brahmánicos sentidos
rito sobre supremas cuitas del chamán o del sueño.
XI
Todo surge del tormento y la herrumbre
glacial y pitagórico
cuerpo acompañado de la idea,
y el gozo spinoziano de lo pleno,
el arrepentimiento,
y la soberbia y la envidia
la tendida potencia del acorde.
La dulzura, el desamparo.
XII
Danza ritual petrificada en el aire
con un muñón de sangre,
coagula el instante.
XIII
Y ella,
ballet gozoso del puñal,
naufraga en las veniales turgencias
de la fuga.
XIV
Infusión de un inmanente en sí difuso
en la conciencia del cuerpo deleitoso,
cicatriz del paisaje de la curva
incisa del incesto.
Derramada manía sobre el prodigioso
vaivén de la ausente,
cicatriz atormentada en la fatiga del lecho.
Ay, con los ojos inquietos
palpitando en las lábidas ocultas del odio.
La sedienta lleva el aura de la lámpara viajera,
la ilusión doliente del despojo.
XV
¿Hubieras deseado alivianarle
el pervertido numen
asustado de sus manos?
XVI
El instante,
agolpado en tinieblas,
desangra
su bellísima boca
por insidias de amores y cantos.