Ahora empieza a discutirse que si los restos de Cristóbal Colón, jefe máximo de la brutal invasión de Abya Yala (no “descubridor”, y mucho menos “conquistador”), cuyas tropas genocidas aplastaron la condición humana de los habitantes de esta isla, matando a decenas de miles de seres humanos, reposan aquí o en España…¿Para qué discutir eso? Lo mejor es que se queden en su tierra verdadera, para que aquí tomemos ciertas decisiones curativas de las heridas de aquella oprobiosa invasión: Que el faro que lleva su nombre rinda honor a Caonabo, por ejemplo; que el país vuelva a llamarse Quisqueya y que su Capital vuelva a ser Jaragua. Y punto.