Lo primero que debió explicar Luis Abinader es la situación de la empresa: sus resultados netos; las pérdidas que reporta; su incapacidad para pagar la inmensa y sospechosa deuda que generó su construcción; la dudosa calidad de su administración; su aporte real a la solución del déficit energético y, en fin, todo lo que merece saber este país sobre tal absurdo derivado de la gran corrupción. Pero curiosamente Luis Abinader no ha dicho nada sobre eso. De ahí la desconfianza generalizada respecto al curioso fideicomiso….(Desconfianza que sólo puede ser desmontada hablando claro. No hay de otra, Luis).