1.- Porque la gente buena de nuestro país permanece ocupada, buscándosela para vivir con algo de dignidad, no dispone de mucho tiempo libre para analizar cuestiones que son de su interés y fácil comprensión.

2.- Alrededor del quehacer político se mueven asuntos que no se advierten a simple vista, pero que deben ser conocidos por la generalidad de los miembros de la comunidad.

3.- Porque estamos en plena campaña electoral, electoras y electores merecen estar debidamente informados de todo aquello relacionado con la posición asumida por candidatos y partidos.

4.- Las ciudadanas y los ciudadanos dominicanos, no deben ocuparse de las muchas palabras vanas y sin utilidad que salen de las gargantas de los que se han postulado en procura de la presidencia de la república. La cháchara política no aporta nada sustancioso.

5.- Se le hace un aporte significativo al accionar político decente, cuando el pueblo es debidamente instruido con relación a lo que le conviene para salir del oscurantismo y así lograr el adelanto, el progreso.

6.- Chismear, comadrear y murmurar; el enredo, habladurías y descalificaciones, no generan lucha social, porque todo queda en lo que mucho gusta a los aficionados al chisme.

7.- Desviar la atención de los que votan, para que se ocupen de sandeces y disparates, es querer sacar del debate político, lo que trae consecuencias profundas, lo que es trascendental, para sustituirlo por lo insignificante.

8.- A los dominicanos con calidad para votar, lo que les interesa son los problemas que les afectan, como la desigualdad, pobreza, el desempleo, los servicios de educación y salud públicas, y fenómenos sociales como la corrupción, la criminalidad, la violencia y la prostitución.

9.- Hacer salir al pueblo de sus objetivos, es sacarlo, desorientarlo de lo que es su preocupación principal, para una vez desviado, dislocarlo para hacerlo caer en distorsiones.

10.- En una actividad política de suma importancia, como son los procesos electorales, a su principal actor, el que vota, hay que ponerlo en condición de que decida consciente de lo que le conviene hacer o no hacer.

11.- Si participar en votaciones o elecciones, no es un relajo, una tontería, más o menos una minucia, entonces hay que tomar en serio el asunto y respetar a las ciudadanas y a los ciudadanos.

12.- Las campañas electorales se quedan a nivel de acusaciones entre candidatos porque son tantas las lacras de que adolece el sistema social imperante, que no se le permite al pueblo que las conozca.

13.- Al electorado nacional dominicano, hay que hacerle saber que en su país hay 500 mil compatriotas suyos que no saben leer ni escribir, según dijo el ministro de educación. [i]

14.-  Además del analfabetismo, hay que agregar en la campaña el tema de la gran cantidad de las muertes de los recién nacidos, así como las demás lacras presentes en el cuerpo social dominicano.

15.- A las personas que están llamadas a participar en el venidero proceso electoral para elegir al presidente, hay que permitirles que comprueben el modelo económico que padecemos y sus más variadas limitaciones que impiden vivir dignamente.

16.- Las deficiencias sistémicas y la degeneración del ambiente dominicano, son causadas por el mismo régimen que hace posible la desigualdad. Todo esto hay que someterlo al debate electoral, en procura de que el pueblo tenga conocimiento de lo que motiva su pobreza y disgustos.

[i] El Nacional, viernes 12 de enero,  2024.