“Su santidad Francisco, domicilio conocido: Muy respetuosamente, a nombre de todas las personas civilizadas que habitamos en Santo Domingo, ciudad que usted posiblemente conoce, le solicito convocar de urgencia la Comisión Pontificia para que declare este 2023 como Año Santo en nuestro país, lo que ampliaría en más de 200 los días de cristiana paz que todos gozamos en Semana Santa, mientras el resto de los habitantes de esta capital impone el caos en playas y montañas lejanas”… Mensaje enviado el sábado al Vaticano, tras recorrer, gozoso y en cristiana paz, calles y avenidas sin tapones ni motoristas… (Pero el papa no me hizo caso).