En estos días se está tratando mucho el tema del narcisismo en las relaciones de pareja, a propósito de la canción de la artista colombiana Shakira, que refiere el término en la producción musical Monotonía, que interpreta junto al actor, cantante urbano, trap latino, pop rap de Puerto Rico, Ozuna.
El narcisismo está asociado “a las personas que tienen un sentido desmesurado de su propia importancia, una necesidad profunda de atención excesiva y admiración, relaciones conflictivas y una carencia de empatía por los demás. Sin embargo, detrás de esta máscara de seguridad extrema, hay una autoestima frágil que es vulnerable a la crítica más leve.”
Disponible en: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/narcissistic-personality-disorder/symptoms-causes/syc-20366662
Ante la explicación que da la compositora a las situaciones que ha vivido a partir de la ruptura con su pareja, atribuyéndolo a un problema de monotonía, y dado lo popular de la composición, quiero aprovechar este mes de noviembre para la sensibilización que tenemos que hacer sobre las dificultades que sufren algunas mujeres en la vida amorosa afectivo-sexual en el patriarcado y que las lleva a tener desventajas en ese campo.
El patriarcado deja atrapado a algunos hombres en el narcisismo porque le enseña un doble estándar ético para sí como hombre, y otro para la mujer. Creo que no se trata de un tema de monotonía, se trata de que falta sentirse bien con la mujer y con los hijos/as en la casa, en los paseos, en las tareas de cuidado, en la recreación. Es muy difícil que, si no hay una decisión, un aprendizaje de compartir en igualdad, sobrellevar una pareja en alegría y satisfacción. El patriarcado suele socializar y profundizar en algunos hombres la educación en la desigualdad, el disfrutar compartir con los amigos en la vida nocturna, los tragos, y socializar con otras mujeres, diferentes a su pareja.
Por eso y por muchas razones más, en este noviembre debemos ir aclarando estas desigualdades de género para que las mujeres y los hombres sean seres integrales, libres, y se traten con dignidad, sin discriminación.
A tono con este tipo de objetivos el próximo domingo 27 de noviembre se realizará en el Gran Santo Domingo, República Dominicana, la Marcha de las Mariposas, en conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, 25 de noviembre. Fecha que se reconoce que tenemos que superar la violencia hacia la mujer, y que a nivel mundial se ha elegido esta en honor al martirologio que sufrieron las tres hermanas: Patria, Minerva y María Teresa; las que finalmente cayeron asesinadas por órdenes del dictador que presidía el gobierno de la República Dominicana Rafael Leónidas Trujillo un 25 de noviembre del año 1960. La ONU declaró este día en el año 1999 con los objetivos de sensibilizar, denunciar y para que se supere este fenómeno
La marcha partirá desde el Mirador del Sur, esquina avenida Churchill y continuará hasta el Centro de los Héroes. Ciento y pico de organizaciones e instituciones convocan este encuentro para que se visualice con más vitalidad, planes, políticas, actitudes, sentimientos, acciones, consciencia, sensibilidad, que las mujeres deben tener una vida de calidad, una educación que las empodere como ciudadanas políticas, con recursos económicos, buenos empleos, con relaciones de pareja entre iguales, y una valoración de su importancia más allá de hacedora de quehaceres domésticos, de objetos sexuales, de que hombres se creen que le pertenecen. Para que cese la violencia contra la mujer es necesario cambiar toda la cultura que reproduce la idea de la mujer como subordinada, de segunda, sumisa, objeto sexual…
Los valores de seres superiores a otros no sólo forman parte de la cultura patriarcal, también forman parte del sistema capitalista neoliberal, del colonialismo, del racismo, y de todo el componente de la discriminación, sea porque las personas sean inmigrantes, extranjeras (xenofobia), por su raza (racismo), pobres (aporofobia), con discapacidades, preferencias sexuales diferente a la heterosexualidad (homofobia), y demás formas de violencia.
Hasta el domingo 27 de noviembre cuando nos encontremos marchando por una República Dominicana donde las mujeres sean felices, empoderadas social, política, económicamente, plenas de autonomía, de libertad, de seguridad y de paz.