“…la guerra destruye todo. Todo. Quita humanidad” (Papa Francisco)

Igual al Faraón de Egipto, que ordenó matar los varones hebreos nacidos por temor a que superaran en número los egipcios y pudieran controlar el poder. Relato que se recoge en el evento más significativo sobre Moisés expresado en el libro del Éxodo de la biblia. Pero, igual fenómeno, decimos, se produce en la Judea de Herodes el Grande (judío) al mandar a matar todos los niños de dos años hacia abajo, con el único propósito de encontrar el llamado hijo de Dios (Jesús) o el Mesías y, matarlo.

Hoy, más de 18 mil palestinos han sido asesinados por el salvajismo protegido y, más que todo, preñado este salvajismo con vileza de limpieza étnica y odio contra la vida y la condición humana de palestinos y palestinas. De ese más, el 50% de los masacrados en Gaza-Palestina son niños y niñas. El Mundo tiene que parar esta barbaridad revestida de seguridad y defensa de Israel. El que apoya este crimen contra inocentes niños palestinos indefensos que inician la vida; es igual o peor que el que la lidera.

La historia de esta región de palestina y, los conflictos entre quienes se han disputado la hegemonía militar y política en el mundo son claras: los franceses y los ingleses sembraron el germen de esta tragedia con la creación en 1920 de Transjordania (p.114) y la repartición a los judíos los territorios palestinos enajenando territorios de Siria. Tanto Francia como Inglaterra recibieron esta región de la llamada Liga de Naciones-ONU (1920-46) con derecho y mandato a repartir las tierras y soberanía ajena.

Estos “territorios palestinos bajo mandato” eran antiguas colonias alemanas y territorios otomanos colocados bajo lo que el Pacto de la liga de naciones llamó la “tutela” de poderes obligatorios hasta que pudieran convertirse en estados independientes.

Matar seres humanos de forma fría y cruel de parte Hamás e Israel es el fracaso de todo sentido de humanidad. No ceder al Llamado del Papa, la ONU y de todos los que creemos en la Paz y la fraternidad como sentido humano para aplacar la fiera animal del odio y la destrucción de la vida que llevamos dentro al demandar parar la guerra, es una tragedia que estremece el verdadero sentido de libertad y justicia alcanzado por la civilización humana.

No quiero ignorar la visión premonitoria del entonces secretario de Estado, John Kerry, en la gestión del presidente (USA) Barack Obama (2016), al abstenerse de hacer uso del poder del veto para bloquear  las votaciones de la resolución 2334 en las Naciones Unidas que condenaban los asentamientos judíos en los territorios palestinos, cito: "Los asentamientos no son la causa del conflicto, pero uno no puede ignorar la realidad de la amenaza que suponen para la paz. la solución de los dos Estados es la única forma de lograr una paz duradera en el conflicto entre Israel y Palestina” (El Mundo 28/12/2016/ 21:33).

¡Que pare el torrente de muertes de palestinos!; dando paso a la existencia de dos estados que convivan en paz. Que callen las armas como ha solicitado el Papa Francisco, citamos: “Sigo pensando en la grave situación de Palestina e Israel, donde tantas personas han perdido la vida, en nombre de Dios, un alto el fuego” (Vatican News).

Movido por esta situación tan grave como trágica en Gaza, he fijado para fines de conclusión de semestre a mis estudiantes de Filosofía, Ética, Semiótica y Derecho de Prensa de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un análisis crítico de esta Guerra desde una perspectiva del ensayo de Juan Bosch: Breve Historia de los Pueblos Árabes.

¡Por Dios que paren la Guerra!

Fuentes revisadas:

Bosch, J. (1991) Breve Historia de los Pueblos Árabes, Santo Domingo, República Dominicana, Editora Alfa y Omega.

OPINIÓN ACENTO/ El Estado de Israel y el Sionismo del siglo 21 (3)

Juan Tomás Olivero 10/08/2014   ·   09:23 AM

https://acento.com.do/opinion/el-estado-de-israel-y-el-sionismo-del-siglo-21-3-8163581.html