En la entrega anterior (2), establecimos, que no importaba el cristal y el ángulo con que juzgáramos y analizásemos las acciones del ejército Sionista de Israel; desde cualquier perspectiva que valoráramos la tragedia, sea esta: una visión conservadora, liberal, reformista, católica cristiana, musulmana, protestante cristiana, judía o revolucionaria, constituye este hecho el mayor crimen de lesa humanidad cometido contra una población sometida a la peor devastación y liquidación que grupo humano haya sufrido.
El plan de guerra amparado en la destrucción de túneles ha estado siempre movido por un pensamiento y objetivo militar digno de ser calificado como una de las acciones más salvajes, propias de bestias, carentes de todo sentido de humanidad al tener como objetivo militar el asesinato deliberado de niños y niñas, cuyos propósitos fueron precedidos de toda una doctrina de muerte muy bien definida.
La impotencia de la ONU ante esta tragedia y cultura de muerte ha sido lastimosa, Israel ha irrespetado y desconocido su autoridad llevándole al límite de hacer inseguro sus propios refugios humanitarios y asesinando sus colaboradores. Las Escuelas, hospitales, vehículos humanitarios de la ONU se han vuelto blancos preferidos de una ofensiva demencial que no tiene límites, ni topes morales al perpetrar un holocausto criminal contra Palestina.
El Parlamento israelí por boca de la diputada Ayalet Shaked y el académico de la Universidad Bar lland, de Tel Aviv, Mordejai Keidar hicieron evidente la intencionalidad de esta guerra, cuando la primera sentenció a muerte las madres, niños y niñas palestinas por ser serpientes y vientres malditos; el segundo, propuso que las mujeres palestinas: madres, hermanas, hijas y esposas de los combatientes palestinos sean violadas como forma de disuadirlos. La diplomacia israelí hizo lo propio con planteamientos tan horrorosos o de mayor dimensión terrorista que los anteriores.
Las estadísticas de muertes son el mejor indicador de que los objetivos de este pensamiento y cultura de muerte se han alcanzado miserablemente de forma eficaz; los niños, niñas y las mujeres representan más del 60% de las víctimas de esta masacre y holocausto contra el Pueblo Palestino.
Todo punto de vista en Israel que contradiga esta mentalidad sionista de crimen y masacre en Gaza, es sancionado, excluido y castigado, como es el caso de la diputada Árabe-Israelí Hanin Zoabi del partido Balad, quien condenó la ocupación en Gaza, posición ésta que le costó una sanción de seis meses sin derecho a intervenir y presentar iniciativas en el Parlamento Israelí y con una clara amenaza de ser despojada de la nacionalidad Israelí.
Como si fuera una alegoría siniestra, el Estado de Israel con bombardeos en Gaza de su aviación, el fuego de sus artillerías y la ocupación de su ejército, recuerdan al mundo los cien años de la primera guerra mundial y su participación al lado de Inglaterra. Pero, el Estado Sionista de Israel con la matanza y holocausto de más de 2 mil vidas en Palestina, celebra los cien años de la colonización de Palestina y creación del Zion Mules Corp (1914), conocido como la Mulería Judía que participó en la primera guerra Mundial al lado de Inglaterra y que en 1917, final de la Guerra, se transforma en la Legión Judía.
Hoy, ese Zion Corp o Legión Judía constituye el 7mo. Ejército del Mundo, la primera Fuerza aérea y el Sistema de inteligencia más poderoso, El Mossad. Con esta poderosa fuerza asimétrica de guerra es que se avasalla, se devasta, se ataca instalaciones de la ONU, se ignora la comunidad internacional, se masacra un pueblo y se asesina sus niñas y niños en la Franja de Gaza.
Hace también cien años que el entonces Ministro de Relaciones Exteriores de Inglaterra Lord Balfour, da a conocer la llamada declaración de Balfour, carta dirigida al Banquero Judío-Inglés, Lord Rothschild, en Londres, para que hiciera saber a la liga de organizaciones sionistas la decisión del gobierno Británico de ceder Palestina para establecer allí su hogar y Estado Judío.
Y, cien años después, como algo paradójico, la actual Secretaria de Estado de Relaciones Exteriores del Gobierno Británico , Sayeeda Warsi, renuncia a su puesto, por la indiferencia de su gobierno ante la masacre que se comete contra el Pueblo Palestino y el asesinato vulgar de niños y niñas en Gaza. Johon Kerry Secretario de Estado de Estados Unidos fue víctima de espionaje por parte de Israel, sus comentarios de indignación por las matanzas en Gaza, le costaron la insinuación del Estado Judío, de ser retirado como mediador en el conflicto de Medio Oriente. Este cuadro de crisis en estamentos de poder y de gobiernos fuera del Territorio y más allá del Estado de Israel, es el signo más relevante de la influencia, aún, del lobby Judío en la sociedad inglesa y norteamericana para alcanzar el silencio y complicidad ante sus atrocidades en la Franja de Gaza y Palestina.
En la agenda oculta de este plan silencioso y campanada de guerra contra el pueblo Palestino tenía dos objetivos: por un lado, la extinción total de palestinos en Franja de Gaza y Palestina y, en segundo plano; provocar la reacción de esta manera, por otro lado, de una necesaria intervención de Rusia y China en el conflicto, creando con ello, las condiciones para una tercera conflagración mundial o tercera guerra mundial.
De forma inapropiada se le llama conflicto al Holocausto, a la masacre y al mayor crimen de lesa humanidad cometido por el Estado Sionista de Israel contra Palestina. El pensamiento de guerra que ha orientado este conflicto ha estado apoyado en el más deleznable contenido moral y en una espantosa ética diabólica de exterminio de niños y niñas. Ante el rechazo tardío del mundo, por los crímenes abominables contra los palestinos, el ejército de Israel se ve obligado a retirarse con simples advertencias de ser juzgado por crímenes de guerra; pero, sin una sola sanción de la Organización de la Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad.
Más de 2 mil muertos, cerca de 15 mil heridos, más de mil hogares destruidos, 65 mil desplazados y centenas de familia destruidas, son el balance en Gaza de una ocupación nazis-fascista-hitleriana y, de una de las ofensivas militares más virulentas en la Franja de Gaza del Ejército del Estado Sionista de Israel. Lo realizado por las fuerzas sionistas es una verdadera masacre; sometieron durante 26 días a Palestina a un Holocausto vergonzoso y un terrorismo criminal, desprovisto del más elemental sentido de respeto por la vida Humana.
La Paz duradera en Palestina e Israel y todo el Medio Oriente, solo será posible de construir con la existencia de dos Estados que convivan en paz, se respeten y se reconozcan como tal uno al otro. El primer paso sólo tiene sentido si Israel devuelve todos los territorios ocupados desbloqueando la franja de Gaza y Hamás termina el lanzamiento de mísiles hacia territorio israelí.
El nacimiento del Estado Palestino tendrá que ser sobre la base de una autoridad y gobierno único, que represente todas las facciones y el pueblo Palestino. Si no hay unidad en el interés de un Estado Palestino, el martirio y holocausto será una tragedia permanente y desgraciada.
Los que queremos la paz en Palestina y el Mundo, debemos Respetar la Vida, no hay otro camino para alcanzar Paz duradera que no sea este.