Ha sido pausado el sonado caso de corrupción denominado Operación Calamar para dar espacio y lugar a la Cumbre Iberoamericana con la presencia de distintos representantes de Estados y Gobiernos Iberoamericanos que incluye, además de Latinoamérica, a España y Portugal.
Crecimiento económico, seguridad alimentaria, cambio climático suenan a palabras vacías en la parafernalia de tanto gasto en comedera, paseadera y habladera, mientras la realidad que tenemos de frente crispa nuestra conciencia y el temple más ecuánime: absoluta falta de ética en el proceder institucional, social y personal, completa inversión de valores, corrupción abiertamente permitida hasta el tuétano en los niveles institucional, social y personal.
Y todo esto ocurre al tiempo que nuestros maestros y estudiantes no diferencian siquiera el conocimiento empírico del científico, nuestros jóvenes son bombardeados por vaciedades a través de las redes sociales y medios tecnológicos, suponiéndose que basen en la deficiente educación su desarrollo económico. Basta ya de palabras vacías, Cumbres y poses. Este modelo civilizatorio hace aguas.