Amanecimos hoy con el espíritu vapuleado e indignado producto de la infausta noticia de que, la sociedad dominicana, a través de la Junta Central Electoral, le ha dado cabida al resurgimiento del trujillismo con el reconocimiento al partido que lidera Ramfis Domínguez Trujillo, nieto del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Resulta paradójico y desconcertante, que para las elecciones del 2020, el Tribunal Superior Electoral, presidido por el magistrado Román Jáquez, haya rechazado la apelación interpuesta por Domínguez Trujillo, cuando la JCE de ese entonces rechazó su candidatura a la Presidencia de la República, y que la actual Junta Central Electoral, presidida también por el licenciado Román Jáquez, haya decidido aceptar como bueno y válido la anuencia e incorporación del partido antes mencionado al sistema de partidos en nuestro país.
Se nos podría argüir que el ya mencionado nieto del dictador ostenta todos los derechos civiles y políticos establecidos en la Constitución de la República Dominicana; pero resulta y viene a ser, que las mismas razones y condiciones que existían en el 2020, aún persisten. Si una de ellas, que es la renuncia obligatoria de la ciudadanía estadounidense para poder ser candidato a la Presidencia de la República, todavía no la ha cumplido, mal podría pensarse que pueda ser presidente de un partido político en República Dominicana.
Por otra parte, la Ley 5880 de 1962, vigente, gracias a Dios, prohíbe las loas y las actividades trujillistas.
Domínguez Trujillo, no solo ha dicho que no tiene que pedir perdón por las atrocidades cometidas por su abuelo, sino que ha vivido ensalzando al dictador y ha llegado a proferir la blasfemia de que el tirano fue un “gran ser humano”. Hasta el papa Francisco ha pedido perdón por los errores y desaciertos cometidos por la Iglesia católica y sus sacerdotes, desde siempre hasta la actualidad.
Sabemos lo que le gusta y persigue el joven de marras pero debemos preguntarnos: ¿Quiénes están detrás de esta plataforma? ¿Ha habido alguna negociación con alguno o todos los miembros de la JCE? ¿Qué tipo de negociación? ¿Qué ha cambiado del 2020 al 2023? ¿Podrá esta junta deshacer este entuerto?
El pedestal en que yo tenía a esta Junta se nos ha desvanecido como espuma en el mar.