El Impuesto sobre las Transferencias Financieras, conocido como Impuesto al Cheque, fue introducido en la República Dominicana mediante la Ley No. 288-04, promulgada el 28 de septiembre de 2004. Este impuesto fue introducido como una medida temporal para aumentar la recaudación fiscal en tiempo de dificultad económica en nuestra economía para enfrentar la situación económica del país durante ese momento. Su objetivo principal era ayudar aumentar los ingresos fiscales del gobierno, luego de la crisis bancaria de 2003, que generó una fuerte presión sobre las finanzas públicas.

Sin embargo, al igual que ocurre con otros impuestos transitorios en muchos países, este gravamen se ha mantenido en el tiempo y sigue siendo cobrado hasta la fecha y se ha convertido en una fuente constantes de ingresos para el estado, sin pensar como está afectando a la clase trabajadora, a los empresarios y que además obstaculiza el crecimiento económico y afecta la competitividad del país, este gravamen se ha mantenido en el tiempo y sigue siendo cobrado hasta la fecha.

Este impuesto que se le impone a las operaciones financieras un cargo del 0.0015 sobre el valor de cada transacción realizada a través del sistema bancario dominicano es nocivo y abusivo, están así que a principio se creó de una forma provisional, porque la (DGII), está consciente que se está cobrando doble tributación.

Es decir se le cobra a la personas o empresas que esta realizado la transferencia o  en  cheques y luego la empresa que lo recibe al  realizar sus pagos vía  transferencia o cheques,  también paga el 0.0015, a pesar que son dos transacciones financieras de diferentes empresas, pero por el mismo dinero se está pagando dos veces, y peor aún en el caso de los empleados que sus salarios al momento de depositárselo ya le realizaron las deducciones de lugar, entre ellas el ( ISR) y luego tener que pagar el 0.0015 al sacar dinero a través del cajero o realizar nuestros pagos vías transferencias en definitiva vivimos y trabajamos para pagar impuestos.

Estamos consciente que esta medida en su momento fue justificada para incrementar la recaudación fiscal, por la situación por la cual estaba pasando nuestro país a pesar que en su momento hubo muchas quejas, pero al final se apoyó, aunque esto representaba y representa un gran sacrificio para todos y un obstáculo para la eficiencia económica y el crecimiento financiero del país.

Eliminar el impuesto a las operaciones financieras no solo es una medida necesaria para mejorar la competitividad de la República Dominicana, sino también una oportunidad para modernizar el sistema financiero y fomentar la inclusión económica. Con las reformas fiscales adecuadas y un enfoque en la eficiencia recaudatoria, el país podría beneficiarse de una economía más dinámica y menos gravada por impuestos que desincentivan el uso del sistema financiero formal.

El 0.0015 ha cumplido su propósito histórico, pero mantenerlo en el contexto actual solo obstaculiza el desarrollo económico. Es hora de eliminar este gravamen y abrir la puerta a una economía más moderna y eficiente.

Finanzas para no financieros.