Lees los diarios o escuchas las noticias y te encuentras constantemente con “el nacional haitiano” por aquí y “la nacional haitiana” por allá. Y si sigues leyendo o escuchando nunca escucharás “el nacional estadounidense” o “el nacional español”, o venezolano, o chino, o de donde sea, sino “el ciudadano”. Pero nunca escucharás “el ciudadano haitiano” o “la ciudadana haitiana”. Sencillo: para el común de los dominicanos el haitiano, hombre o mujer, como reflejan los medios de comunicación, no es propiamente un ciudadano, sino un ser humano nacido en un inaceptable territorio (no país) llamado Haití… (¡Qué vergüenza!).