Este mes de marzo es dedicado a honrar las mujeres, a fortalecer sus  derechos, su lucha por la igualdad de trato y la no discriminación. Por lo que le pondré dos ejemplos de mujeres de ciencia, ignoradas y poco  conocidas pese a sus grandes aportes.

Una es, Rosalind Franklin, llamada  la científica olvidada, una química inglesa que nació en 1920. Se destacó por descubrir el ADN, uno de los inventos más útiles, mediante sus ensayos  sobre  la estructura de los ácidos ADN y ARN, y los rayos X,  conocimientos por los que le otorgaron el premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1962 a Watson y Crick; y Wilkins, quienes usaron y publicaron, sin su consentimiento, datos de ella; un hecho que el científico norteamericano Sapolsky, en su libro Compórtate, confirma al decir: ”con algo más que un poco de ayuda robada a Rosalind Franklin“. Y existe evidencias de que a ella no la premiaron con el Nobel, por ser mujer y por morir en 1958, a los 38 años de cáncer en el ovario, una dolencia que atribuyen a sus condiciones de trabajo.

Otras es Maritza Amalia Guerrero Ibarra, economista dominicana. Nació en el 1944 y estudió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y universidades de EEUU y Europa. Fue consultora del BID y del PNUD. A decir del notable intelectual Bernardo Vega,  "si en el gobierno dominicano hubiese habido muchas Maritza Amalia, sería una mejor nación. Pedía poco y daba todo de ella. Por su parte, los destacados economistas Carlos Desprader, Frederic Eman Zade y Luis Piantini coincidieron en que era una mujer de estado, tal vez la más influyente en el diseño de políticas públicas. Una suerte de enciclopedia humana, que  escribió más de quinientos discursos para presidentes, gobernadores del Banco Central, cancilleres, entre otras autoridades,  los que influyeron en el crecimiento económico de los últimos  tiempos. Falleció en el 2005, también de cáncer.

Las científicas Franklin y Guerrero representan dos ejemplos de mujeres con grandes mentes. Por ellas y muchas  así algunos dicen que vivimos el tiempo de las mujeres y que se acerca la igualdad de género, y hasta  de la hegemonía o el poder de la mujer, para otros. Pero sucede que son hombres quienes ejercen el poder, son hombres quienes ejercen como  reyes, presidentes, primeros ministros, papas, curas, tiranos… y son ellos los que disfrutan de las mejores oportunidades de trabajo e ingresos y, aunque ellas han logrado avances significativos, todavía falta muchos años para la igualdad de género y para gobernar a todos, porque este cambio está influido por factores biológicos, culturales, políticos, económicos, educativos y psicológicos. Lo importante es respetarlas y no discriminarlas.