El reconocido periodista Miguel Guerrero, en un artículo publicado en El Caribe el pasado 5 de julio, arremete contra el chavismo y sus desmanes y llama la atención sobre la indiferencia de los legisladores dominicanos que callan ante esa realidad que vive Venezuela.
Miguel acusa al gobierno chavista de ser un régimen totalitario, donde se violan las leyes y la constitución, se roba a mansalva y se anulan las instituciones.
El otro Miguel, o sea Miguel Mejía, destacado dirigente de Movimiento La Izquierda Unida (MIU), contrataca y acusa a Miguel Guerrero, de ser una ficha del imperialismo yanqui o un “Peón Imperial”
Miguel Mejía se desborda en halagos al chavismo, advierte de la caída del imperio norteamericano, el resurgimiento del BRICS, y a una China dominando la economía internacional y desplazando a Estados Unidos como la primera potencia mundial.
¿Quién tiene la razón? El chavismo ha llevado a Venezuela de ser uno de loa países más ricos del continente a uno de los más pobres. En 2021 su inflación fue de 1,500% y en el 2023 ya va por casi 400%. La pobreza pasó de 25.1% en el 2014 a 75% en el 2018, bajando a 53% en el 2022 (el doble de la nuestra sin producir petróleo). Acusar a Estados Unidos de esa ignominia económica es hacer como Pilatos. Lavarse las manos.
Los militares venezolanos son los más corruptos de la región, la clase media casi ha desaparecido, las persecuciones políticas son constantes, y cada elección ha sido burdamente manipulada para mantenerse en el poder, con la presencia de un heredero llamado Nicolás Maduro, que cree en palomas que le hablan al oído.
Miguel Mejía está soñando si cree que Estados Unidos dejará de ser la primera potencia económica mundial aunque China lo alcance en cuanto al PIB anual. El ingreso per cápita de China ronda los 13 mil dólares y el de Estados Unidos 78 mil dólares. O sea, el diámetro del sol.
En China como en Venezuela, no hay democracia política. Y ningún régimen represivo dura mucho, por más éxitos económicos que tenga. La libertad es el sueño máximo de todo ser humano. Latinoamérica y el Caribe tenían más de 22 países con regímenes dictatoriales hace 60 años, Hoy quedan 3.
Miguel Guerrero, puede o no ser bocina de poderes extranjeros como dice Miguel Mejía, lo cual dudo mucho, pero tiene razón en lo que dice sobre Venezuela, aunque debemos tener cuidado en tomar demasiado partido en ese problema y menos a nivel del Congreso.
Y lo respaldo sin que nadie pueda acusarme de peón imperial.
Mucha gente piensa que cualquier ataque a los regímenes dictatoriales, como los de Cuba, Nicaragua o Venezuela, provienen de voceros imperiales y eso está muy distante de la verdad. Lo que hemos disfrutado de una democracia plena en República Dominicana, aunque con sus defectos propios, sabemos lo importante que es la libertad de expresión, una prensa libre e independiente, la alternabilidad del poder, y no ser perseguido por nuestras ideas políticas.
Yo lo fui durante Trujillo y después de su muerte, y no quisiera jamás revivirlo. Primero moriría.
Respeto a Miguel Mejía porque defiende sus ideas, desde la óptica izquierdista. También fui izquierdista y pensaba como él. Pero me di cuenta desde joven que las dictaduras, de derecha o izquierda, no son la solución sino la raíz del problema.
Sufrimos lo que pasa en Venezuela, un país hermano que le dio refugio a muchos dominicanos que huían de la dictadura trujillista y que jugó un papel estelar en la caída de ese régimen criminal y represivo. Por eso debemos darle refugio a los que hoy huyen de la dictadura chavista que ha llevado la economía a un verdadero caos.