Pegado a la rueda no se ve el camino.

Al correr desde el principio, haciendo

un sin fin de proyectos contra la vejez

o más bien para evitar la cara

en el espejo, he llegado a este cruce,

este punto que no pude imaginar

antes, de quitar todas las corbatas

y ansiedades y caminar hacia

la próxima aventura, en movimiento

constante la rueda por sí misma

aunque estoy dejándola ir

y no me arrepiento. Lo que

me queda son familia,

poemas, amistad, vida.