Según se sabe, “desde las primeras décadas del siglo XX hasta el año 1986, el flujo migratorio desde Haití hacia la República Dominicana, era controlado formalmente mediante acuerdos de gobierno a gobierno que negociaban contingentes para trabajar básicamente en el corte de la caña de azúcar” (Tratados de Historia Dominicana, 2001).

Como tal, “el fenómeno migratorio desde Haití hacia la RD, adquirió otros matices a partir de los años 80, ya que la economía dominicana cambió de modelo productivo y se fortalecieron los servicios, las zonas franca, el turismo y la construcción” (BCRD, 2022).

En tal sentido, las cifras estimadas suministradas por “las autoridades migratorias de la RD en indican que, entre 750,000 y 1, 200,000 haitianos residían en la RD en el año 2011, cifras basadas en estimaciones subjetivas que sólo con un registro migratorio serio, se podrían confirmar o negar” (CEI-R.D. y el Banco Mundial, 2011).

Por su parte, las cifras del Banco Central de la República Dominicana del año 2010 referían que, “en el sector agropecuario había un total de 547,591 personas y, en el sector de la construcción aproximadamente unas 239,000”. En ambos casos, se estimó que el 85% era mano de obra haitiana (465,452 obreros), mientras que en la construcción había un total de 203,150 obreros (BCRD, 2011).

No obstante, “para el año 2023, las cifras referidas en el párrafo anterior se han incrementado significativamente, dado el incremento que han experimentado las actividades productivas, turísticas y comerciales en nuestro país” (BCRD, 2023).

Asimismo, los datos del Banco Mundial refieren que, el ingreso per-cápita para el año 2010 medido en dólares corrientes, “fue de US$ 5,000.00 en la República Dominicana, frente a US$ 650.00 en Haití, es decir, los dominicanos percibían 7.65 veces más ingresos que los haitianos. No obstante, para final del año 2022”, la situación se distanció significativamente debido la crisis política y económica por la que viene atravesando Haití (BM, 2011 y BID, 2022).

Según los datos expuestos más arriba, el comportamiento del PIB a precios corrientes para el año 2010 alcanzó la cifra de US$ 51,576,859,661.00 en la República Dominicana; mientras que en Haití fue de solo US$ 6,709,802,246.00, situación esta que debe ser tomada en cuenta por las autoridades de la RD en la coyuntura actual (BM, 2011 y BCRD, 2022).

Otras cifras del BCRD acentúan las enormes diferencias entre la República Dominicana y Haití, ya que para el año 2010, el nivel de pobreza en la RD era de 50.5% y en Haití un 77%; mientras que la esperanza de vida al nacer en la RD era de 73 y en Haití era 60 años. Asimismo, la tasa de alfabetización en la RD era de un 88%, mientras que en Haití era de un 49%. Además, la tasa de desempleo en la RD para esa fecha era de un 14.2%, mientras que en Haití era de un 40%, situación que se agravó a finales del año 2022 (BM, Enero 2011).

Por otro lado, los datos del Fondo de población de las Naciones Unidas (UNFPA) refieren que, “uno de cada tres pesos del Producto Interno Bruto (PIB) en la RD viene de las áreas construcciónagricultura y ganadería, sectores en los que la mano de obra haitiana es de casi un 30%, resultando ser la mayor fuerza laboral dentro de la población inmigrante; mientras que y sus aportes a la economía nacional son proporcionales a su participación en la cadena de suministro” (UNFPA, 2012).

Según el UNFPA, “la población ocupada de origen extranjero produjo alrededor del 9,54% del valor agregado a la economía dominicana en el año 2017, destacándose la construcción con un 29,21% del aporte total del valor agregado de la población de origen extranjero, seguida por la agricultura y ganadería con el 28,15%”. Estos datos se  incrementaron significativamente para diciembre del año 2022 (UNFPA y BCRD, 2022).

Asimismo la encuesta de la UNFPA refiere que, la mano de obra haitiana predomina en los cultivos de azúcar y banano; mientras que un estudio del Observatorio del Mercado Laboral Dominicano (OMLAD) refiere que, dos tercios de los trabajadores de las fincas de guineo son haitianos (66,3%) y sólo la tercera parte (33.7%) son dominicanos (UNFPA y OMLAD, 2019).

En cuanto a la industria de la construcción, el OMLAD indica que más de la mitad de los trabajadores son haitianos; mientras que, el resto está conformado por trabajadores dominicanos (ENI-2017). En tal sentido, el 80% de los aporte al PIB de la RD proviene de los nacidos en Haití  y, sólo el 14% corresponde a los haitianos nacidos en la República Dominicana (OMLAD, 2017).

Como se sabe, “el aporte al valor agregado proveniente de la mano de obra nacida en Haití, constituye mayoría en 9 de las 11 ramas de las actividades productivas en la RD”, según el reporte “inmigración haitiana en tiempos de globalización”, realizado por Eddy Tejeda y Bridget Wooding consultores de FLACSO (Reporte FLACSO, 2012).

Según los tratados de la Psicología Social, “las decisiones complejas que tiene que tomar un Presidente en materia de política exterior, “deben consultarse, ponderarse y consensuarse con los sectores políticos, empresariales, comerciales, académicos y eclesiales que acepten dar sus respectivas opiniones” (DTGM, Septiembre, 2023).

Vistos los datos expuestos en el cuerpo de este artículo, desconozco si los asesores económicos del Presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, le hicieron saber con exactitud y franqueza, cuál es la relación que guarda la mano de obra haitiana con el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de la RD antes de él tomar la decisión de cerrar la frontera dominico-haitiana, por aire, agua y tierra.

Ponderar y valorar, el impacto que tiene el cierre de la frontera dominico-haitiana para la economía dominicana, es un gesto prudente que debería tomar oportunamente el Presidente Constitucional de la RD, Luis Abinader.

“Los cautos rara vez se equivocan” (Confucio)