“La medida de quienes somos es que hacemos con lo que tenemos”. (Vince Lombardi).

El Estado dominicano está configurado como un gigantismo, caracterizado por una elefantiasis, es excesivamente grande en sus estructuras, procesos y procedimientos, esto es, una burocracia cuasi sin límites. Un Estado con un territorio de 48,442 km2, conforma su geopolítica en 31 provincias y un Distrito, 158 Municipios y 235 Distritos Municipales. 190 Diputados, más 20 al PARLACEN y 32 Senadores. Con 10,773,983 habitantes, tenemos 756,000 empleados públicos, equivalente a 32% de los formales, teniendo un empleado público por cada 7 habitantes y un empleado por cada 9 electores en el padrón electoral.

Para 2014 Participación Ciudadana realizó una investigación denominada Estructuras del Estado Dominicano (Hacia una renovación pertinente), en aquella oportunidad, hace justamente 10 años, el Estado dominicano tenía 4,764 estructuras. El estudio era para tratar de reducir, suprimir estructuras, órganos, instituciones del Estado, desde una perspectiva objetiva y con rigurosidad técnica. Muchas instituciones que hacen lo mismo y, por lo tanto, duplican los gastos de manera innecesaria.

En el tiempo transcurrido, lejos de disminuir hay más estructuras y nuevas modalidades que implican más dinero para la sociedad dominicana. Tenemos un Estado GMC, esto es, grande, malo y caro. De lo que se trata es de tener un Estado eficiente, eficaz y que actúe con la máxima calidad. No estamos apelando a un estado pétreo, que no responda a nuevas demandas y para ello se requiere de nuevas estructuras, empero, hay que investigar para ver si de las que tenemos hace mucho tiempo están jugando su rol y aquellas que, por la implementación de las nuevas tecnologías, no requieren de tan alta visibilidad.

El debate es si tenemos una macro estructura como vía del clientelismo y que los actores políticos tengan el Estado como un colchón social, al tener más de 150,000 empleados de más o aprovechamos con una visión más moderna, a mediano y largo plazo, que nos coloque hacia una sociedad con un Estado de bienestar, invirtiendo más en el capital humano y oteando el porvenir desde una perspectiva más halagüeña.

El Estado dominicano, a través de sus líderes, debe de apuntar a las estrellas, que significa ser un ente de efectividad gubernamental, de regulación, de control, y de creador de las condiciones generales de la producción. El Estado ha de ser sustancial y medularmente el que exprese de manera diáfana siempre la legalidad, la legitimidad, fragua del deber permanente del poder institucional. ¿Por qué el Estado dominicano, siendo la séptima economía de la región y la numero uno del Caribe, tiene indicadores sociales atávicos, profundamente rezagados, propios de la segunda mitad del Siglo XX en países de este lado?

Por la facilidad con que construyen estructuras, instituciones y empleos, en la eterna lucha vacua de pensar en el hoy, en la coyuntura, en actuar sin misión, visión y valores, creando de manera sempiterna nuevas culturas organizaciones como espacio del aprendizaje permanente, de la cohesión social. ¿Qué nos dice el Censo con los datos que arroja en su nuevo perfil demográfico, en los cambios demográficos, en su transición demográfica, en su tasa de sustitución, en su bono demográfico, en la tasa de fecundidad y de natalidad, su tasa de mortalidad, su esperanza de vida al nacer?

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Fuente: X Censo Nacional de Población y Vivienda

 

La sociedad dominicana zigzaguea en cambios que se apuntalaron desde 1996. Somos una sociedad de cambios lentos, excluyente y con enorme asimetría. El Censo refleja lo que somos como sociedad, los avances positivos y las rémoras sociales que acusan un drama social dantesco. Veamos:

  • Estamos viviendo un proceso de transición demográfica (cambio demográfico que presenta la sociedad) como parte de un país en cambios en los últimos 30 años.
  • La tasa bruta de mortalidad se situaba entre 25 y 35 por mil en los años 1935 del siglo pasado. La tasa bruta de mortalidad es el número de muertes por año por cada 1,000 en una población.
  • Los niños menores de 5 años representaban el 17% de la población. La fertilidad es la tasa de reproducción en una sociedad e indica el número de niños que el promedio de las mujeres está en capacidad de engendrar. La fecundidad se refiere a la capacidad biológica de la mujer para la reproducción.
  • Menores de 15 años, hace casi 100 años, el 46%.
  • Para los años 60 del siglo pasado solo un 3% de la población tenía más de 65 años. Hoy es el 9 %.
  • Los que tienen más de 75 años constituyen un 3.7% de la población. Antes no aparecían en el radar poblacional.
  • Se da una transformación en la estructura por edad, que es una consecuencia de los cambios en las condiciones materiales de existencia
  • La esperanza de vida aumentó a 74 años en los hombres y a 78 en las mujeres. Se define como el número de años de vida que es posible para una población determinada.
  • Crecimos 1.11% entre el Censo IX y el X de ahora de agosto del 2023. Sin embargo, el bono demográfico es muy bueno. ¿Qué es un bono demográfico? Es un periodo o una oportunidad en que la población en edad de trabajar (15-65 años) es mayor que la población dependiente (niños y adultos mayores).

El que tengamos 1.11% de crecimiento sigue siendo muy positivo. Pues la tasa neta de crecimiento no es negativa. Seguimos teniendo un buen bono demográfico, una población joven con más edad. Explica que la tasa de natalidad, de fecundidad, de mortalidad, los cambios en la estructura familiar es una consecuencia de los avances, del progreso en los últimos 28 años en muchas áreas de la vida social.

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Fuente: X Censo Nacional de Población y Vivienda

 

Pero, ¿qué nos dice el Censo como contraste a todo lo anterior, que resalta que vivimos en un país pequeño, con muchas agendas societales como efecto de la mala distribución de la riqueza? Veamos:

  • El 87% de los hogares del país tiene inodoro, un 10.2 % letrina y 2.8% no tiene servicio, hacen sus necesidades fisiológicas a cielo abierto.
  • Las casas con techos de zinc representan un 47.5%, en un país con 12 horas de sol al día.
  • El 62.7% de los hogares urbanos tienen acceso a agua dentro de su vivienda, 44% en las zonas rurales.
  • El 66.1% de las viviendas son casas independientes, 18% apartamentos y 7% dúplex. En cambio, este número cambia cuando vemos el 82% de casas en la mayoría de las provincias. Mientras más apartadas, más casas tienen, expresión de la etapa preindustrial del Siglo XIX de los países desarrollados.
  • El 50.9% de los hogares dominicanos tiene pisos de concreto y un 34.1% es de baldosas. Se infiere que alrededor de un 16% tiene pisos de tierra o de madera.

Hay más datos e información que nos indican el tejido social de la sociedad y que relievan:

  • Actualmente estamos invirtiendo en Salud RD$145,277 millones de pesos, equivalente a 1.9%. El promedio de la región es de 3.8%. La OMS solicita que los Estados gasten en salud un 6,2%. Costa Rica invierte en salud un 7.2% del PIB y Uruguay eroga un 9.19%.
  • El gasto de bolsillo en nuestro país es de 45% con respecto al gasto nacional en salud. El promedio en la región es de 32.2%. En la OCDE es de un 21%.
  • Después de la Isla Niue, al sur profundo del Pacífico y con apenas 200,000 habitantes, somos el país con más muertos en accidentes de tránsitos. Todos los días mueren en promedio 5 personas.
  • Según Diario Libre, calzada con la firma de la periodista Jusely Pérez, hasta el 30 de junio teníamos una contabilidad terrible, sumamente horrida:
  1. 198 muertes violentas.
  2. 92 corresponden a homicidios.
  3. 62 en intercambios de disparos con la Policía. (Continuidad de Estado).
  4. 28 feminicidios.
  5. 8 hombres muertos a manos de sus parejas.
  6. Seguimos teniendo la tasa más alta en embarazos en niñas y adolescentes 22/100 mujeres.
  7. El 55.6% de los empleos son informales, la mayoría muy precarios y de baja calidad.
  8. El promedio salarial, según la Tesorería de la Seguridad Social, es de RD$36,000.00.
  9. En la Administración Pública el salario mínimo sigue siendo de RD$10,000.00.
  10. Según el estudio de Participación Ciudadana de 2020 acerca de los avances en el cumplimiento de la Ley General de Salarios del Estado Dominicano: el 71.78% gana menos de RD$50,000. Menor de $10,000, el 2.81%. De $10,000 a $30,000, el 43.33%. De RD$30,000 a RD$50,000, un 25.64%.

Nos encontramos con un tejido social que, en la pirámide más baja de la estratificación social, es famélica, de papel, que refleja la profunda inequidad estructural. La CEPAL, muy atinadamente, ha señalado que “los sistemas de salud y de protección social deben estar en el centro de las estrategias de desarrollo sostenible. Añaden “Un pacto social centrados en derechos e igualdad vinculado a un pacto fiscal progresivo que garantice la sostenibilidad financiera de los sistemas de salud y que avance hacia un Estado de bienestar”.

De ello deviene, se deriva, cuasi por antonomasia, que se requieren reformas estructurales. Para el Banco Central Europeo las define "medidas que cambian el tejido de una economía, el marco institucional y regulatorio en el que operan las empresas, y las personas, las cuales están diseñadas para garantizar que la economía esté en condiciones y sea más capaz de alcanzar su potencial de crecimiento de manera equilibrada”. La macroestructura del Estado trajo consigo una visceral fragmentación del mismo, a todos los niveles. El Estado es único, unitario, empero, para viabilizar sus objetivos crearon en el Artículo 4 de la Ley 41-08 de Administración Pública que le confiere:

  • Administración del Estado.
  • Administración Pública Central.
  • Administración Pública Descentralizada.

Al mismo tiempo, en la Constitución de 2010 se constitucionalizó la Administración Pública con los artículos que van desde el 138 al 148. Conviene destacar que, en gran parte de la administración pública descentralizada, creyeron que era un feudo dada la autonomía financiera, presupuestaria y administrativa de que gozan. Consideraron que pueden hacer muchas diabluras, desde el nepotismo más atroz, aumentar las nóminas y aumentarse anualmente el salario, vía indexación. Hubo un puesto, que, según la Ley General de Salarios, 105-13, en su artículo 12 establecía hasta $400,000.00 y terminó con RD$733,000.00.

Eleanor Roosevelt decía con mucha propiedad “Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”. Necesitamos impulsar la autoestima colectiva del pueblo dominicano, desarrollar los valores del honor, de la dignidad y de la entereza y templanza. De entender que nadie es mejor que tu ni peor. De asumir, como nos decía Ken Blanchard, que “ninguno de nosotros es tan listo como todos juntos”. ¡Necesitamos trabajar, como sociedad, más inteligentemente!