En la última década del siglo XX Leonor Elmúdesi y María Amalia León tenían el deseo de influir positivamente en la educación. Querían aportar para que hubiera ciudadanos conscientes, solidarios y con una formación que uniera preparación académica y atención a valores de autosuperación, generosidad y actitud de colaboración. Buscaron un nombre para el centro que pensaban establecer y, conversando con su antigua profesora Isabel Mesa, se decidieron por “Lux mundi”, expresión en latín que reflejaba su aspiración de tener egresados que fueran luz del mundo, personas que constituyeran un aporte a donde quiera que fueran.
Unos años después los fundadores de FUNDECITEC entraban por primera vez como padres por en las competencias de FIRST, que son una serie de eventos diseñados para fomentar la investigación científica y el desarrollo de robótica en un ambiente de respeto y colaboración. Se premia tanto el adelanto logrado como la manera de llegar a él.
Tanto les gustó ese propósito a estos padres, que, en la segunda década del siglo XXI, junto a otras personas empezaron a fomentar la participación estudiantil dominicana en estas competencias que ya se celebran a escala internacional.
Desde hace casi diez años esta institución fomenta en jóvenes y en adultos esta capacidad de ser luz del mundo. En el camino, se han encontrado con seres que ya lo son. Uno de ellos es Nicolás Rodríguez, que nació en Miches y su deseo de aprender y compartir el conocimiento lo llevaron a estudiar una licenciatura en música en la UASD y una especialización en informática en la UAPA. Trabajó en el Centro Educativo Salesiana San José, en Santo Domingo, el cual, desde el año escolar 2016-2017 forma parte del creciente número de instituciones académicas que integran a sus estudiantes a estas actividades. A partir del año escolar 2017-2018 empezó a ser mentor de los equipos de esa escuela y sus alumnos empezaron a obtener premios. En el año 2019-2020 preparó equipos, pero, por la pandemia, el certamen no se celebró. Encerrado como estábamos todos, él prefirió vivir el confinamiento cerca de la playa, en su ciudad natal y allí empezó a motivar a la escuela local para que también formara parte de la iniciativa FIRST.
En junio de 2022 consiguió mudarse definitivamente a Miches y desde allí motivó no solo al centro donde trabaja sino a los de zonas aledañas a que también desarrollaran el espíritu científico y consciente en los ejercicios de las competencias FIRST. El equipo que caía directamente bajo su supervisión obtuvo el primer lugar en excelencia en ingeniería, después de pasar una serie de pruebas eliminatorias. Para el deleite de muchos, Nicolás también fungió como director del grupo musical que amenizó los momentos de descanso de las prácticas y demostraciones de robótica. Además, está trabajando para que el Ministerio de Educación dote de más útiles a los centros educativos de la zona que él conoce mejor. Cuando se trabaja por contribuir a la luz del mundo se puede tener la suerte de ver los resultados directos de su acción y, muy emocionante también, uno se puede encontrar con personas que ya están en esa tarea. Espero que, así como Leonor y los fundadores de FUNDECITEC encontraron a Nicolás, él también siga encontrando otros que continúen en el mismo espíritu.