El Centro Histórico de Santo Domingo (CHSD) concita muchos elogios. No solo por ser nuestro atractivo turístico más importante después de las playas, sino tambien porque de ahí dimana gran parte de nuestra conciencia histórica. Esa dualidad ha llevado a motivado a algunas entidades a multiplicar la presencia de las flores en el sagrado recinto. Así aumentarán el valor estético del atractivo, pero el éxito dependera de que las flores que adopten sean las correctas.

La presencia de flores en los centros históricos urbanos suele ser común, ya que añaden belleza y colorido a estos entornos. Las flores se suelen encontrar en parques, plazas, jardines y balcones de los edificios. En muchos casos, las flores son parte de la decoración de los espacios públicos, de los balcones y ventanas de las viviendas y de las macetas o jardineras colocadas estratégicamente para embellecer las calles y resaltar la arquitectura histórica de los edificios.

Yuxtaponer la historia del recinto con las flores no sería ninguna herejía. Como expresión excelsa de la belleza en la naturaleza, a las flores se les reconoce un mágico e irresistible encanto. (Por eso se asocian con el amor.) La experiencia psicológica de los misterios de la historia con el deleite estético de las flores engendraría mayor fidelidad del visitante a sus remembranzas turísticas. El reto consiste entonces en crear una cofradía del buen gusto entre la historia y la belleza.

Las entidades involucradas en el proyecto de marras incluyen al Clúster Turistico de Santo Domingo, la Asociacion de Residentes y Propietarios de la Ciudad Colonial y la plataforma Protectores de Nuestro Patrimonio Histórico. El proyecto correspondiente se ha denominado FlorHisto y fue inspirado por un artículo del periódico Acento.com.do que resaltó, en época de la pandemia, la belleza de las flores del CHSD. El mismo se guiará por las normativas que contribuyan al turismo sostenible y la conservación de la biodiversidad.

¿Qué flores promover y masificar? Esta es una pregunta de respuesta difícil. Muchos consideraran que cualquier flor añade belleza y, en consecuencia, es aceptable. Sin embargo, no todas las flores coligan con los vetustos ambientes coloniales ni los frescos de nuestra etapa republicana. En consecuencia, el primer criterio de selección debe referirse a lo que sugiera la historia. La selección debera obedecer ese primer criterio para crear mayor autenticidad al recinto, aunque los turistas extranjeros que no conocen nuestra historia no se den cuenta de tal armonización.

Algunas de las flores existentes, aunque atractivas y alegres, no necesariamente concuerdan con la historia. Ese es el caso de la llamada “trinitaria” (o buganvilla), la cual esta presente en una gran cantidad de calles, plazas y balcones. El hecho de que florece en gran parte del ano y de que su arbusto es resistente, ha habido esfuerzos por masificar su presencia. Entre ellos figuran los del Patronato de la Ciudad Colonial y de ASOCONDE, llegándose a inclusive imprimir una Guia para BID ha plantado las trinitarias en macetas y jardineras y es evidente que favorece seguir diseminándola. Una abrumadora presencia de trinitarias puede encontrarse en el exquisito paisajismo de Casa de Campo.

Al predominar sobre otras flores habría que decidir si FlorHisto debe proponerse tapizar todo el recinto con esa flor. Muchos recomendaran eso porque, al su nombre recordar a los Trinitarios de Juan Pablo Duarte, se estaría rindiendo un homenaje singular al patricio. Sin embargo, abarrotar al recinto con trinitarias no rendiría tributo a los otros aspectos de nuestra historia. Habría que tambien rendir culto, por ejemplo, a las flores de la Cacica Catalina y a las cultivadas por los monjes dominicos. Y la Flor Nacional, la Rosa de Bayahibe, tampoco debe quedar fuera.

En el artículo que origino a FlorHisto se dice: “Lo lógico sería que la flor a sembrarse por doquier fuera la filoria o “jazmín de Malabar”, por ser esta importada por Filomena Gomez de Cova desde Caracas, la flor que adoptaron los Trinitarios para identificarse secretamente (al llevarla en la solapa de su saco).” “Al ser blanca y producir una sutil fragancia es dable alegar que representa lo mas puro del alma dominicana y que simboliza nuestra identidad nacional.” Podría irse mas lejos y engalanar totalmente al CHSD con flores blancas que –incluyan el Velo de Novia—y orquídeas de flores de ese color.

Frente a la disyuntiva reseñada es de esperar que las decisiones de FlorHisto siempre serán controversiales. Habrá gente que apoye la selección de las flores a sembrar y otras que la desmeriten. De ahí que las decisiones deberán consensuarse lo mas posible entre las entidades patrocinadoras y otras entidades con presencia importante en el (CHSD), tales como las Juntas de Vecinos, la Mesa de las Damas Panamericanas, el ADN y otros. Pero la iniciativa debe recibir un fuerte apoyo de quienes ven merito en el engalanamiento del Centro para resaltar su valor estético.

Masificar la presencia de flores en el CHSD no termina con su inserción. Sera necesario darle mantenimiento y seguir movilizando a los voluntarios y residentes para que se mantenga la imagen del recinto una vez creada. De ahí surge la necesidad de pensar en la creación de un Patronato que no solo vigile la ejecución del proyecto, sino que tambien procure y/o realice las donaciones de lugar. Entre otros esfuerzos, la Coordinación de FlorHisto estudiara la Ley de Mecenazgo y le presentara al Comité de Ejecución un plan de acción para materializar el Patronato y conseguir las donaciones necesarias.