¿Quién ha dicho que los obispos no deben hablar de política? El papa Francisco está hablando amplia y profundamente de política y también deberán hacerlo los obispos. Siendo que la política, al decir del papa Francisco  “es una de las formas más elevadas de la caridad”.

En este horizonte político y social que invita a los obispos a no ser indiferentes ante la política, el libro del papa Francisco ´Política y Sociedad´(2018), bien pudiera ser un “catecismo político” para obispos, sacerdotes, diáconos, catequistas, consagrados y laicos.

La Iglesia debe entrar en la “alta política” –dice el papa Francisco– porque la Iglesia practica la alta política, la que consiste en llevar hacia delante a la gente a partir de una posición evangélica. Ocuparse de la política es conducir a los pueblos. (PS, pág. 220).

El papa Francisco dirá también dirá que “trabajar por una ´buena política´ significa empujar a un país para que avance, para que haga avanzar su cultura: eso es la política” (PS, pág. 26).

El elemento fundamental de la política es la proximidad. Enfrentarse con los problemas y comprenderlos. “Cuando los líderes de la Iglesia no están con el pueblo, ni comprenden al pueblo ni hacen el bien, tanto si soy sacerdote, obispo, laico o católico, el pueblo se alejará de de mi… El pueblo de Dios tiene olfato”. (PS, pág. 44).

 

El papa alienta con insistencia  el procurar la cercanía de los pastores con el pueblo. “No puede haber una Iglesia  de Jesucristo alejada de la gente. La Iglesia de Jesucristo debe estar atada al pueblo, religada a la gente. […] Si eres pastor, es para servir a la gente. No para mirarte en el espejo”. (PS, pág. 46).

 

El papa Francisco también nos recuerda que la Iglesia es el pueblo. No son los obispos, el papa o los sacerdotes. El pueblo tiene su piedad, su teología. Hay que coger la mano de la gente, caminar con ella siguiendo cuatro criterios: acoger, acompañar, discernir e integrar, (PS, págs. 112 y 164).

Los obispos son pastores y líderes por excelencia que  han hablado políticamente: cuando en el 2019 unas 45 diócesis de la  Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos,  adoptaron el programa "Civilize It: A Better Kind  of Politics”,  que se centra en la civilización social para mejorar la política.

Cuando en el 2022 la Conferencia Episcopal Francesa emitió una declaración para expresar su preocupación por el evidente desinterés ciudadano en la vida pública, habida cuenta la reducida participación registrada en la anterior jornada electoral.

Cuando los 152 obispos de Brasil firmaron una dura carta contra el Gobierno y su presidente Jair Bolsonaro definiéndolo como una “tempestad perfecta contra la democracia”

Cuando la Iglesia Ortodoxa Rusa en España y Portugal y la Conferencia Episcopal Española, en el 2022, hicieron una Declaración conjunta por la Paz en Ucrania en la que apelan a «todos aquellos que tienen el poder de detener la violencia y la barbarie a que escuchen en su conciencia la voz de Dios”.

Cuando la Conferencia Episcopal Filipina pidió perdón al pueblo por haber    faltado a su obligación de guías espirituales y pastorales sobre cuestiones “inquietantes” para las cuales los fieles necesitaban respuestas “urgentes”.

Cuando la Conferencia Episcopal Dominicana (CED), en febrero 2023, hizo público un mensaje con la intención de "reflexionar y trabajar juntos por un país mejor, basado en la justicia y la honestidad". Sin embargo, además de sus mensajes ocasionales escritos, el pueblo  necesita escuchar la “voz viva y valiente” de los obispos dominicanos como comunidad episcopal. Ojalá que no tengan que pedir perdón por hacerlo tarde. ¡Temas sobran en el país!