El concepto de Nación tiene apenas unos 500 años. Previo en el tiempo, las comunidades humanas iban libremente de un punto a otro y se diferenciaban por la ignorancia mutua o por idiomas distintos. Los primeros pasaportes modernos datan de la post Primera Guerra Mundial existiendo solamente cuarentenas por enfermedades, como es el caso la conocida Ellis Island en la bahía de Nueva York por la cual pasaron unos 12 millones de migrantes entre 1892 y 1954. Por ejemplo, las naciones más antiguas como Rusia, Japón, Francia, China o Irán, por solo mencionar algunas, hace 500 años eran muy distintas a lo que son hoy. El mundo musulmán se definía más por la religión y la lengua que por la nacionalidad. En el mundo europeo existió la llamada Rus de Kiev que data desde fines del IX hasta el siglo XIII, como embrión del Imperio Ruso, la URSS y la actual Federación de Rusia, Japón estaba todavía dividido en entidades feudales que luchaban encarecidamente entre ellos por el control de los feudos, magníficamente descritas por el gran cineasta japonés Akira Kurosawa en la obra maestra Kagemusha. Francia comenzaba la unificación de la antigua Galia romana que se consolidó con el gobierno de Armand Jean du Plessis, Cardenal-Duque de Richelieu en el siglo XVII, y la antigua Persia, nada tenía que ver con el contemporáneo Irán. La antigua China era uno de los conglomerados nacionales más avanzados, homogéneos y con una consciencia colectiva avanzada. Las culturas precolombinas de América, ninguna estaba organizada en naciones, sino en grupos étnicos y culturales.
Según el escritor francés Ernest Renán del siglo XIX “una Nación es un alma, un principio espiritual. Dos cosas que propiamente hablando, son realmente una y la misma, constituyen esta alma, este principio espiritual. Uno es el pasado y otro es el presente”. También hay quienes prefieren definir el concepto de nación en el vocablo latín “natío”, que a su vez deriva de “nãscor” que significa nacer. Dicha palabra latina se emplea como sinónimo de “nacimiento” y “pueblo”, pero también se utiliza para hacer referencia a “especie” y “clase”. El imperio romano fue un vasto imperio mediterráneo y europeo que no creó una nación. Más comunes eran las ciudades-estado, como Venecia, Constantinopla, Génova, Roma y Barcelona entre otras.
Sin embargo, a partir de la edad media, en los siglos XVIII y XIX comenzaron a surgir comunidades identificadas por una serie de características.
Los revolucionarios ruso León Trotsky y Vladimir Lenin, supieron entender a fondo la clase de la cuestión nacional, y esto hizo posible aprovechar su enorme potencial revolucionario. Para ello no podían tener una postura esquemática, rígida, ni caer bajo la influencia del nacionalismo ruso ni del nacionalismo de la burguesía de las naciones oprimidas …. La postura de los bolcheviques ante la cuestión nacional fue decisiva para el triunfo de la revolución rusa, que a su vez impulsó una oleada revolucionaria en el mundo entero. Como dijo Trotsky “cualquiera que sean los destinos ulteriores de la Rusia soviética (…) la política de Lenin entrará para siempre en el patrimonio de la humanidad” (Historia de la revolución rusa).. Según el dictador soviético Yosif Stalin, en una obra escrita en el exilio en 1913, instituyó sobre la cuestión nacional, que “la nación es una comunidad humana estable, históricamente formada y surgida sobre la base de la comunidad del territorio, de vida económica, y psicología, manifestada ésta en la comunidad de cultura”. Sin embargo, el estado surgido de las grandes revoluciones burguesas, en el occidente europeo, como la revolución encabezada por Oliver Cromwell en Inglaterra en el siglo XVII –que incluso instauró una República por ocho años- comenzó a establecerse la Nación como una comunidad lingüística, de territorio definido, donde el monopolio de la violencia (policía y fuerzas militares) se concentra en el Estado y de la moneda permanecían y permanecen como un atributo de los Estados. Este concepto de Nación se definió en el siglo XIX en Europa y América, tanto del norte como del sur. Uno de los hitos fundadores de la nación fue establecido por la revolución francesa de 1789, con la Declaración de los Derechos del Hombre y los Ciudadanos, precursora de la actual Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptada por la ONU adoptada en 1948 por los países miembros de ese organismo.
Esas naciones opresoras de pequeños países o países coloniales dieron pie un nacionalismo exclusivista y discriminador que creó el nacionalismo opresor de pueblos y reaccionario de las actuales grandes potencias, como los Estados Unidos, Japón, Francia, Inglaterra –no así Gran Bretaña-, Rusia y España, entre otros. Un nacionalismo afincado en los imperios coloniales. Una muestra del nacionalismo y negacionismo imperialistas es la llamada “Leyenda Negra” que han inventado los ideólogos españoles, es decir que España no saqueó el continente y realizó genocidios gigantes, sino que vinieron a traernos “la religión y la civilización” Muchos de esos estados no están formados de una sola nación en el sentido arriba señalado. Hay muchos Estados Plurinacionales, con varias naciones en su composición, como el caso de Rusia que agrupa una infinidad de minorías nacionales, Bélgica que está formada por tres naciones, los franco-wallones, los flamencos y los alemanes; España que está formada por los castellanos, mayoritarios, pero también por los gallegos, los vascos y los catalanes minorías nacionales muy activas, y Andalucía que reclama su estatus de “nacionalidad histórica”. El nacionalismo españolista o el nacionalismo gran ruso como lo llamaban algunos bolcheviques, son nacionalismos que aplastan a las minorías y son la fuente de los movimientos más reaccionarios como el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia, el franquismo en España, el nacionalismo gran ruso en Rusia, y el nacionalismo de la grandes potencias coloniales que existieron hasta la década de los 60/70 del siglo XX y que dieron pie a fenómenos como Apartheid, un régimen de segregación de los Palestinos, la opresión a los habitantes autóctonos en Australia, en Filipinas y Argelia.
Sin embargo, hay una nacionalismo progresista que se desarrolla en los países neocoloniales o coloniales y en las minorías nacionales de países del Norte Global, sometido a la opresión nacional en el pasado, y todas las derivaciones que de allí salen. Un ejemplo es el nacionalismo escocés y el nacionalismo irlandés en Gran Bretaña. Otro ejemplo es el nacionalismo de los francoparlantes de Quebec en Canadá, los quebequés. Otro ejemplo es el nacionalismo argelino ante su ex amo colonial, Francia. Es progresista y entendible. Lo mismo que los nacionalismos árabes del nasserismo y el panarabismo ante Francia, Inglaterra, Portugal o Alemania caen en la misma categoría. El nacionalismo haitiano ante franceses y norteamericanos. El nacionalismo cubano, dominicano, puertorriqueño, mexicano o venezolano, son nacionalismos de autodefensa ante las constantes agresiones del imperio, fundamentalmente de Estados Unidos. De la misma forma la sensibilidad nacionalista de los coreanos –del sur o del norte- y de los chinos ante cualquier acción de Japón de justificación y alabanza de los criminales militaristas japoneses de las guerras de agresión a dichos países, que costaron unos 20 millones de muertes, es una reacción comprensible.
Cuando se discrimina a un migrante porque es pobre, indio, negro, árabe o latinoamericano o de las consideradas “razas inferiores”, es en base a un nacionalismo de pacotilla y reaccionario. Cuando a un futbolista africano le llaman “mono” en la liga de futbol española o italiana o francesa, es una manifestación de nacionalismo reaccionario y racista. Por ello, para distinguir los distintos tipos de nacionalismo, algunos retrógrados y otros progresistas y manifestación de la opresión, es necesario distinguirlos. El supuesto nacionalismo de algunos dominicanos contra los haitianos es más un nazionalismo discriminador por la pobreza y el rechazo de la ideología hispanista a todo lo que sea africano. ¿En un país con las de las tres cuartas partes de su población mestiza de negro o simplemente negra como justificar esos nazi onalistas de pacotilla?