El mundo ha cambiando. Europa se mueve hacia los derechos de las mujeres.  Ojalá los coletazos lleguen al Caribe.

El beso no consentido del Luis Rubiales, hoy ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol RFEF ha recorrido el planeta y ha generado disturbios.

Cuando Rubiales besa, sin su anuencia, a la jugadora del equipo de fútbol Jenni Hermoso para celebrar la corona, no imaginó que hacia algo indebido.  Es probable que actos como este, formaran parte de su cotidianidad.

Para Jenni Hermoso, que el jefe la tocará o la besará fue una más de las múltiples faltas de respeto. Las mujeres somos educadas para callar, aceptar y agradar.  Por eso ella no se resistió y aceptó.

La piedra angular es la persona que no ve de manera “normal” el beso del presidente de la RFEF a la jugadora, y atina a preguntarle si le había gustado el beso.  En ese preciso momento, Jenni Hermoso retoma el poder de la palabra, y rechaza el acto al que ha sido sometida. “¿Qué hago yo? Mírame, mírame. No me ha gustado, ¿eh?”. Esa frase cambia la historia. Visibiliza la violencia contra las mujeres en el deporte.

La imagen del comportamiento de Rubiales, recorre el mundo y crece la indignación.  Es la génesis del hastag #Seacabó, el cual se ha convertido en el #Metoo del deporte. 

Otro momento histórico para lograr la dimisión de Rubiales, a la que se resistía, fue cuando todas sus compañeras de equipo, las 23 compañeras, sin quedarse ninguna atrás, acabando de convertirse en campeonas del Mundial femenino de FIFA, anunciaron en un comunicado su renuncia a seguir acudiendo a las convocatorias de la selección mientras Rubiales se mantenga como presidente de la RFEF.  

El respaldo de sus compañeras representó un soporte imprescindible, emulado por celebridades del fútbol femenino mundial y atletas de otras disciplinas. El apoyo de los futbolistas masculinos se hizo esperar.  Lo importante es que se han unido al #Seacabó.

Ha llegado la hora de reconocer y llamar por su nombre la violencia contra las mujeres.  Con hacernos la pregunta capicúa, ¿esto se lo harías a un hombre? podríamos identificar si hay sexismo, o en su lugar, violencia contra las mujeres. Anímate a hacer el ejercicio.

Para construir la igualdad entre hombres y mujeres, y eliminar la violencia, es sine qua non que las mujeres estemos unidas.  solo así podríamos cambiar la historia y lograr en esta media isla el #Seacabó. Los favorecidos no luchan por perder privilegios.