Hasta ahora casi todo ha sido bueno, positivo, razonable, fiel a nuestros intereses, incuestionable, enérgico ante quienes no cumplen sus promesas y compromisos, consecuente con lo que espera la gente… El discurso de Luis Abinader sobre la situación haitiana y todos los peligros que contiene para la República Dominicana ha sido más que claro… Solo ha faltado algo importante: rechazar el antihaitianismo racista y prejuicioso y auspiciar que desde y hacia todos los sectores (políticos, empresariales, laborales, académicos e intelectuales) se ejerza la solidaridad con el pueblo haitiano para que se libere de su desgracia.