Los días 19 y 20 de enero de 2023 estuvimos navegando hacia Papeete, Tahití. Como siempre, a medio día, el capitán del barco habla sobre las condiciones del viaje, temperatura, tamaño de las olas, profundidad del mar, velocidad de navegación, hora estimada de llegada a cada puerto, en fin, un reporte diario con las informaciones del viaje. También, el director del crucero informa sobre las actividades del día. Es pertinente informar que no todas las personas bajan en cada puerto; por lo que todas las actividades continúan normalmente en el barco.
El crucero ofreció en esos días la presentación de la cantante Rebecca Kelly, trivias, charlas sobre la historia del surf, cantantes y bailarines, un espectáculo de ukelele, clases de baile, películas y tardes de té. Yo, por mi parte, seguí mi misión de presentar a nuestra virgen a las personas que con una sonrisa o un gesto de aprobación me permitían abordarlos.
El 21, día de Nuestra Señora de la Altagracia, atracamos en el puerto de Papeete a las 7:00 am. Papeete es la capital de la Polinesia Francesa y se encuentra en Tahití, que pertenece al archipiélago de las Islas de la Sociedad. Papeete es también la capital de Tahití.
Tahití es una isla maravillosa, de origen volcánico, envuelta de maná y con una naturaleza abrumadora y exuberante. Es la isla más grande de la Polinesia Francesa, situada en la parte sur del Océano Pacífico. Está formada por Tahiti Nui (o Gran Tahití) y Tahiti Iti (o Pequeña Tahití), que tienen forma de círculo y están conectadas entre sí por una franja de tierra. Es la única isla que tiene carácter urbano. La vida aquí gira alrededor de la costa, pero en el interior está gran parte de su encanto, con bosques tropicales y enormes cascadas.
Los tahitianos heredan su cultura de sus antepasados. En Tahití, como en todas las islas de la Polinesia Francesa, está presente el tatuaje como parte de su cultura, del que existen numerosas leyendas sobre sus orígenes. Todas esas leyendas convergen en que el tatuaje es el regalo de los dioses al hombre, con un poder sobrenatural que protege a los hombres de perder su maná. Asimismo, el tatuaje era un símbolo que identificaba a una persona e indicaba su posición social en un territorio, una tribu y una familia. Podía señalar también el paso de la infancia a la pubertad o el matrimonio.
Otros elementos son la danza y la música, que aún conservan su esencia sagrada. Anteriormente, se bailaba para dar la bienvenida, rezar, desafiar al enemigo o para seducir a una persona. Hoy día, la danza sigue siendo un símbolo poderoso, acompañada de armoniosas voces y el fuerte sonido de los tambores y caracoles. Los grupos musicales utilizan instrumentos de percusión y de cuerda.
De igual manera, el uso de flores tropicales está presente en toda la isla, especialmente en el pelo de los tahitianos. Con la flor tiare se hacen coronas con las que dan la bienvenida a los viajeros y a los familiares que regresan. Según la tradición, tanto mujeres como hombres deben lucir una flor detrás de la oreja izquierda si tienen pareja.
El arte también se pone de manifiesto en los artesanos. Las mujeres son maestras del trenzado y los hombres en el trabajo de la madera; aunque algunos artesanos trabajan también con piedras volcánicas, coral y hueso, con los que hacen variados objetos.
Apenas desembarcamos nos cruzamos con el capitán del barco y su compañera, quienes también rindieron tributo a la Virgen de la Altagracia.
El staff del barco nos esperaba a la salida con collares de flores para cada uno de nosotros. Hacia un intenso calor en Papeete, al igual que en Nuku Hiva, mucho más caliente que en República Dominicana.
Papeete es el centro más importante, la capital y centro administrativo político. Papeete, significa “cesta de agua”, pues era el lugar de reunión donde los tahitianos veían a llenar sus calabazas con agua fresca. Fue colonizada por el británico William Cook, de la Sociedad Misionera de Londres en 1818. La reina de Tahití trasladó su corte aquí y la hizo su capital a finales de 1820, con lo que la localidad creció y se convirtió en uno de los principales centros regionales de transporte marítimo. Además, la capital polinésica tiene una vida cultural animada por conciertos, festivales, galerías de arte y museos. También hay hoteles, spas, restaurantes, mercados, tiendas de perlas y comercios. Actualmente el Museo Paul Gauguin se encuentra cerrado, pero El Museo de Perlas Robert Wan, el único dedicado a las perlas, está funcionando. La famosa perla negra se cultiva en esta isla que abundan los cocoteros, bananos, palmeras y castaños del Pacífico y donde predominan los aromas de la buganvilla, gardenia, jazmín y jacaranda.
La mayor parte de la población local está afiliada al cristianismo, esto es una consecuencia de la colonización europea y de la actividad de grupos misioneros tanto de la Iglesia Católica como de diversos grupos protestantes.
Nos dirigimos a la catedral de Nuestra Señora de Papeete, la iglesia más antigua de todo Tahití, donde conocimos al padre Christophe Barlier, muy querido y respetado por los locales, quien nos recibió con mucha alegría; bendijo las imágenes de la Virgen, nos felicitó y alentó a continuar con esta misión sagrada.
Esta ha sido sin duda una experiencia espiritual indescriptible pues todo a nuestro paso parece abrirse cuando presentamos la imagen de la virgen. Nos sorprendió ver la devoción de los locales, y la receptividad de ellos cuando presentamos a la virgen de La Altagracia. Ha sido algo único.
Más tarde, fuimos al mercado. En el mercado de Papeete encontramos de todo, desde puestos de flores, de carnes y pescados, frutas y vegetales, diferentes tipos de comida, ropas, artesanías, joyería, salones de belleza, hasta productos elaborados a partir de coco y puestos de flores, las cuales son muy importantes ya que están cargadas de simbología.
La celebración del año nuevo chino (año del conejo) era al día siguiente así que en el mercado toda la decoración era alusiva a esta festividad y, al sonido estruendoso de los petardos vimos pasar los dragones. Luego, salieron para ir por toda la isla a dar la bienvenida al nuevo año con mucha alegría.
Regresamos al barco temprano porque debíamos prepararnos para la misa en honor a la Virgen de la Altagracia. Fue celebrada a las 5 pm en la capilla del barco con el sacerdote Frederick Tillotson, quien nos concedió esa gracia con una semana de antelación. Para eso, tuvimos que explicar un poco de la historia y la importancia de ese día para la República Dominicana. En el altar, solo pudimos poner una foto de la Virgen porque no había forma de colocar las otras imágenes con las que andábamos. Nos sentimos muy agradecidos de que se nos haya permitido esta oportunidad.
Para esta noche, la actividad en el barco es un espectáculo folclórico tahitiano.
Para ver más fotos y videos de Papeete, la bienvenida, la bendición del sacerdote, el mercado, la celebración del año nuevo chino, el contacto con los lugareños, la misa en el barco, etc., en donde queda de manifiesto la aceptación y la alegría con la que hemos sido recibidos, pueden dirigirse a nuestra página de Instagram @virgenviajaporelmundo y en la página de Facebook, Virgen viajando por el mundo. Dejamos esta isla paradisíaca y nos dirigimos a nuestro próximo destino que es la isla Moorea.