Lo que no podemos explicar. Lo que no podemos
descifrar en mente y corazón. Lo que no podemos
entender.

Ese es el legado del hombre
que suministró bombas de 2.000 libras, aviones de combate,
aviones no tripulados de ataque; envió cañoneras navales
para anclar a corta distancia de la Franja de Gaza,
y proporcionó bloques de construcción para
la Cúpula de Hierro.

Este hombre que defendió
e invirtió en América, en más estados rojos que azules,
además de caminar la línea de piquete, este amoroso
padre y esposo, dejó su mente cerca de Yaffa,
en el camino a Belén, otro territorio ocupado.

Oigo a Biden libre soplando en el viento,
entre cenizas. Demasiado tarde.