Señor, libértanos de la pobreza
espiritual,
comunicativa,
intelectual,
social,
intercultural.
Rescátanos de la pobreza
económica,
relacional,
afectiva
y política.
Emancípanos de la pobreza que
frustra personas y comunidades,
pulveriza los deseos de cambios,
relativiza los valores fundamentales,
niega la resiliencia
y olvida la fuerza transformadora de Dios.
Señor, dispénsanos de la pobreza del corazón…